Cuando tiene asma, ciertas cosas pueden empeorar sus síntomas. Estas cosas se denominan desencadenantes.
Las cosas a las que es alérgico pueden desencadenar su asma. Pueden incluir:
Polvo.
Ácaros del polvo. Son criaturas diminutas y casi invisibles. Viven en la ropa de cama, las alfombras y los muebles.
Excrementos de cucarachas.
Animales con pelo, como perros y gatos, que pueden tener células de piel sueltas (como caspa) en el pelaje.
Moho.
Polen.
También otras cosas pueden desencadenar su asma, como:
Infecciones como un resfriado o la gripe.
El humo de los cigarrillos o la niebla de aerosol de los cigarrillos electrónicos, la contaminación atmosférica y los humos de los calentadores de gas, aceite o queroseno.
El ejercicio. Muchas personas tienen síntomas cuando hacen ejercicio.
El estrés.
Aire seco y frío.
Algunos medicamentos, como la aspirina, los antiinflamatorios no esteroideos o los betabloqueantes.
Las hormonas, incluidas las que intervienen en el embarazo y los períodos menstruales. Los síntomas pueden cambiar justo antes o durante un período.
Si evita los desencadenantes, podrá prevenir algunos ataques de asma. Estas son algunas formas de saber cuáles son los desencadenantes de su asma.
Identifique los posibles desencadenantes del asma. Cuando esté cerca de algo que desencadene sus síntomas, lleve un registro de ello. Esto puede ayudarle a encontrar un patrón en lo que desencadena sus síntomas. Registre los desencadenantes en su diario del asma o en su plan de acción para el asma.
Vigile su función pulmonar. Esté atento a cosas como que le falte el aire, tenga opresión en el pecho, tos y sibilancias. Fíjese también si los síntomas le despiertan por la noche o si se cansa rápidamente cuando hace ejercicio. Si el médico se lo recomienda, mida su flujo espiratorio máximo (FEM), o "flujo máximo". Puede que un desencadenante no siempre cause síntomas. Pero aún así puede estrechar los bronquios, lo que hace que sus pulmones trabajen más. Para identificar los desencadenantes que no siempre provocan síntomas de inmediato, puede medir su flujo máximo a lo largo del día. Su flujo máximo disminuirá cuando los bronquios se estrechen, por lo que bajará cuando esté cerca de cosas que provoquen el estrechamiento de las vías respiratorias.
Sométase a pruebas para detectar alergias. Pueden utilizarse pruebas cutáneas o análisis de sangre para diagnosticar alergias a determinadas sustancias. Las pruebas cutáneas consisten en pincharle la piel de la espalda o los brazos con una o varias pequeñas dosis de alérgenos específicos. Se mide la cantidad de hinchazón y enrojecimiento en los lugares donde se le pinchó la piel para encontrar los alérgenos a los que reacciona.
Comparta el registro de desencadenantes con el médico. Después de haber encontrado algunas cosas que pueden desencadenar su asma, usted y el médico pueden elaborar un plan sobre cómo tratarlas.
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