Si está intentando comer de manera más saludable, es posible que tenga que cambiar algunos de sus hábitos diarios. Pero no tiene que hacer grandes cambios. Con el tiempo, los cambios pequeños pueden marcar una gran diferencia.

Aquí le mostramos cómo empezar.

• Comience poco a poco.

  Es más fácil hacer cambios pequeños que grandes. Por lo tanto, cambie sus hábitos alimentarios poco a poco. Por ejemplo, trate de cambiar de arroz blanco a arroz integral o de pan blanco a pan integral. O beba agua en lugar de bebidas con alto contenido de azúcar.

• Añada algunos alimentos saludables.

  Concéntrese en agregar alimentos saludables a su dieta, en lugar de simplemente eliminar los alimentos no saludables. Por ejemplo, añada verduras a los sándwiches o agregue fruta al yogur y los cereales.

• Ayúdese a tomar decisiones saludables.
  • Mantenga alimentos más saludables, como frutas y verduras, en casa.
  • Empaque un almuerzo saludable y refrigerios para el trabajo.
  • Haga que amigos o su familia prueben una comida saludable con usted.
  • Coloque los refrigerios en un plato en lugar de comerlos del paquete.
  • Limite la frecuencia con la que come fuera de casa.
• Pruebe a alimentarse de manera consciente.
  • Preste atención a su hambre y responda a lo que su cuerpo le diga.
  • Pruebe a incluir alimentos que le guste comer. Estos pueden ser saludables o simplemente algo que le gusta.
  • Disfrute plenamente el sabor, el aroma, la textura y el color de su comida.
  • Tómese su tiempo al comer.
  • Evite las distracciones, como las pantallas o los libros, mientras come.