Usted necesitará un profesional de la salud durante su embarazo.
Tanto un médico como una partera pueden cuidarla y asistir en el parto.
Ambos tienen la misma meta: que usted y su bebé estén sanos, y que su bebé nazca de forma segura.
Veamos qué diferencias hay entre ellos.
Los médicos tienen más formación médica que las parteras y están capacitados para manejar problemas más graves si estos se presentan.
Los obstetras son médicos que se especializan en el cuidado de mujeres embarazadas.
Pueden realizar cirugías, como partos por cesárea.
También pueden hacer pruebas médicas, como la amniocentesis.
Muchos médicos de familia también se ocupan de las mujeres embarazadas y ayudan a traer al mundo a sus bebés.
También pueden brindar atención al recién nacido y al resto de la familia.
Tanto los médicos de familia como los obstetras asisten en partos en hospitales.
Ahora, echemos un vistazo a las parteras.
Hay diferentes tipos de parteras, pero algunas son enfermeras que tienen una formación y certificación especiales.
Por lo tanto, asegúrese de que conoce y comprende el tipo de formación y certificación que tienen.
Las parteras suelen tener un enfoque más natural hacia el embarazo y el parto.
Es menos probable que hagan tantas pruebas médicas, y frecuentemente enseñan métodos naturales para manejar el dolor durante el parto.
Las parteras generalmente se ocupan de las mujeres que tienen embarazos de bajo riesgo.
Asegúrese de que su partera tenga el apoyo de un médico.
De ese modo, si surgen problemas durante el embarazo, el trabajo de parto o el parto, el médico estará disponible para ofrecer atención.
A veces las parteras asisten en partos en lugares diferentes a los hospitales, como en un centro de maternidad o en el hogar.
Sin embargo, algunas parteras solo asisten en partos en hospitales.
A medida que aprenda acerca de sus opciones de atención, tenga en mente la colaboración.
Un fuerte vínculo entre usted y su profesional de la salud es importante para que usted tenga el embarazo y el parto que desea.
