Un trasplante de hígado, Abre cuadro de diálogo es una cirugía para darle a su hijo un hígado sano de otra persona. Su hijo podría recibir un hígado entero nuevo o solo parte de uno. Podría provenir de un donante vivo o de una persona que ha fallecido. Si su hijo recibe una parte de un hígado de un donante vivo, las partes volverán a crecer hasta tener el tamaño completo tanto en su hijo como en el donante.
El médico de su hijo o un centro de trasplantes hará pruebas para ver si un trasplante funcionará bien para su hijo. Esto dependerá de cosas como la edad y el peso de su hijo y de si tiene ciertos riesgos, como una afección médica. Si las pruebas indican que un trasplante es una buena opción para su hijo, lo pondrán en una lista de espera para recibir órganos nuevos.
Cómo elegir un centro de trasplantes
El médico de su hijo puede derivarlo a un centro de trasplantes de órganos. Usted puede obtener información sobre diferentes centros y hablar con el médico acerca de su mejor opción. Al elegir un centro de trasplantes, considere aspectos como el costo y las opciones de pago, ubicación y traslados, apoyo para la familia y qué tipos de trasplantes de órganos se ofrecen. Obtenga toda la información que pueda acerca de cada centro.
Para hacer la operación, el médico hace un corte (incisión) en la parte superior del abdomen de su hijo. Luego, el médico extrae el hígado. A continuación, los vasos sanguíneos del hígado nuevo se conectan con los vasos sanguíneos de su hijo. El conducto colédoco del hígado nuevo se conecta al conducto colédoco o al intestino de su hijo. El médico termina la cirugía cerrando la incisión con puntos de sutura o grapas. Los puntos de sutura se disolverán dentro del cuerpo de su hijo. Las grapas se retirarán algunas semanas después de la cirugía. La incisión dejará una cicatriz que se volverá menos visible con el tiempo.
Su hijo recibirá atención en la unidad de cuidados intensivos (ICU, por sus siglas en inglés) por un par de días después de la cirugía. Luego, probablemente su hijo pase entre 1 y 3 semanas en el hospital. La mayoría de los niños pueden volver a actividades regulares al cabo de 2 a 3 meses. Pero esto depende de cómo se sienta su hijo. Podrían pasar entre 2 y 4 meses hasta que vuelva a recuperar la energía.
Después de la operación, el hígado nuevo debería comenzar a hacer la tarea que el hígado enfermo de su hijo no podía hacer.
Después del trasplante, su hijo tomará medicación para evitar que su organismo rechace el nuevo hígado. Su hijo muy probablemente tenga que tomar medicación antirrechazo todos los días por el resto de su vida. Estos medicamentos tienen efectos secundarios. Un efecto secundario es que el organismo podría ser menos capaz de combatir las infecciones.
Es importante que tome medidas para evitar infecciones de ahora en adelante. Enséñele a su hijo a tener cuidado en la escuela y al estar cerca de otras personas. Asegúrese de que su hijo evite a cualquier persona que pudiera tener una infección o una enfermedad como un resfriado o la gripe. Llame al médico toda vez que su hijo tenga fiebre.
Cómo obtener apoyo
Contar con buen apoyo es importante mientras su hijo sigue el proceso de obtener un trasplante. Esperar el trasplante puede ser difícil en el aspecto emocional tanto para usted como para su hijo. Después de su operación, podría haber inquietudes sobre la salud de su hijo y el órgano nuevo que recibió. También habrá muchas cosas de las cuales hacerse cargo, como tomar medicamentos nuevos e ir a las citas de seguimiento.
Conseguir apoyo de otras personas, como amigos y familiares, puede ayudarle durante este tiempo. Un consejero puede ayudarles a usted y a su hijo a aprender a afrontar el estrés y otras emociones antes y después de la cirugía.
Muchas personas que reciben un trasplante de órgano se sienten ansiosas o deprimidas. Hable con su médico si cree que su hijo pudiera tener depresión. La depresión puede tratarse con medicamentos y asesoría psicológica.
Información sobre Trasplante de hígado en niños
Es posible que su hijo necesite un trasplante si su hígado no funciona como debería. Esto suele ser debido a daño de vías biliares obstruidas, un problema genético o un tumor. Un trasplante puede ser necesario debido a una insuficiencia repentina (aguda), como por ejemplo, a causa de una sobredosis de acetaminofén (Tylenol).
La mayoría de los niños pueden tener una buena calidad de vida después de su trasplante. El éxito de un trasplante de hígado puede depender de lo siguiente:
Llevar a su hijo a todas las citas de seguimiento, asegurarse de que se haga todas las pruebas y llamar a su médico si su hijo tiene problemas.
La salud general de su hijo. Después del trasplante, es importante que su hijo mantenga un estilo de vida saludable. Esto incluye comer alimentos saludables y hacer actividad.
El hecho de que su hijo tome o no los medicamentos según las indicaciones. La mayoría de las personas toman medicamentos antirrechazo todos los días por el resto de su vida.
Detectar y tratar el rechazo al órgano en forma oportuna. Esto aumenta la probabilidad de que el hígado trasplantado se mantenga saludable. Es por eso que es importante que vaya a las citas de seguimiento y se haga pruebas.
La enfermedad que causó la insuficiencia hepática de su hijo.
Al igual que con cualquier cirugía, un trasplante de hígado tiene algunos riesgos. Los riesgos incluyen:
Rechazo del órgano. El organismo ve al nuevo hígado como algo extraño y trata de destruirlo. Esto ocurre porque el hígado del donante no es exactamente compatible con el tejido del cuerpo.
Problemas como sangrado durante y después de la cirugía.
Infección. Los medicamentos que ayudan a combatir el rechazo al órgano también pueden hacer que el cuerpo tenga dificultad para combatir infecciones.
Ciertos cánceres, como cáncer de piel. Este riesgo aumenta porque los medicamentos antirrechazo también pueden impedir que el organismo combata células cancerosas.
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