Generalidades

Si padece diabetes, sus riñones pueden dañarse con el tiempo. La enfermedad renal diabética se denomina a veces nefropatía diabética. En casos graves, puede provocar insuficiencia renal.

La enfermedad renal diabética no suele presentar síntomas en las primeras fases. Por eso es importante hacerse pruebas con regularidad. Pueden alertarle a usted y al médico de cambios en la salud de sus riñones. Juntos, pueden buscar formas de tratar su enfermedad renal y evitar que empeore.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad renal diabética?

La enfermedad renal diabética se diagnostica y vigila a lo largo del tiempo mediante pruebas anuales que comprueban el funcionamiento de sus riñones. Entre ellas se incluye una prueba que comprueba la presencia de una proteína (albúmina, Abre cuadro de diálogo) en la orina. Un análisis de sangre comprueba lo bien que sus riñones filtran los desechos de la sangre. Esto se denomina filtración glomerular estimada (eGFR, por sus siglas en inglés).

Una prueba de albúmina en la orina puede detectar cantidades muy pequeñas de proteína en la orina. Esto permite a los médicos detectar la enfermedad renal en una fase temprana. Comenzar el tratamiento temprano puede prevenir un mayor daño a los riñones.

La eGFR se mide usando una fórmula que compara la talla, la edad y el sexo de una persona con los niveles de creatinina en la sangre. A medida que la enfermedad renal empeora, el número de eGFR desciende.

El momento en que el médico empiece a comprobar su función renal dependerá del tipo de diabetes que padezca. Una vez iniciadas las pruebas, deben realizarse cada año.^{nota 1}

Si el médico cree que la presencia de proteínas en la orina o la disminución de la eGFR pueden deberse a una enfermedad distinta de la diabetes, es posible que se realicen otros análisis de sangre y orina. A algunas personas se les puede extraer y analizar una pequeña muestra de tejido renal. Esto se denomina biopsia renal.