Algunas personas que tienen lumbalgia encuentran que usar calor y frío les ayuda a sentirse mejor.
Muchas personas empiezan con calor, porque hay mayores probabilidades de que ayude.
Pero elija lo que le funcione mejor a usted.
Use una almohadilla térmica o una bolsa de agua caliente varias veces al día por 15 a 20 minutos cada vez.
Colóquese en una posición que le resulte cómoda.
Algunas personas se recuestan con el calor debajo de la espalda.
Otras personas se sientan, y colocan el elemento caliente entre la espalda y la silla.
Si usa una almohadilla térmica eléctrica, asegúrese de ajustarla a temperatura baja o media, no alta.
Y no se quede dormido con ella puesta.
También puede darse una ducha caliente o un baño de inmersión caliente.
O use una venda caliente que puede comprar en una farmacia.
Para usar frío, trate de ponerse una compresa fría, una bolsa de hielo o incluso una bolsa de arvejas o maíz congelados sobre la espalda por entre 15 y 20 minutos cada vez.
Haga esto unas cuantas veces al día.
Sea cual sea el método de frío que use, no se lo ponga directamente sobre la piel.
Colóquese una toalla delgada o una funda de almohada entre el hielo y la zona adolorida.
Y si vuelve a congelar y a utilizar de nuevo la bolsa de arvejas o maíz, marque claramente la bolsa para que nadie la use para la cena.
Algunas personas alternan entre el calor y el frío.
Trate de usar calor, y unas horas más tarde use hielo.
Experimente un poco para ver si usar calor... frío... o ambas cosas le funciona mejor a usted.
