Las lesiones por presión están causadas por presión constante en la piel. A menudo se forman en la piel que cubre zonas huesudas. Los lugares comunes incluyen la parte de atrás de la cabeza y las orejas, los hombros, los codos, la parte baja de la espalda y las nalgas, los isquiones, las caderas, la parte interna de las rodillas y los talones.

Las lesiones por presión también pueden formarse en lugares donde se pliega la piel sobre sí misma. Y pueden producirse donde artículos de equipo médico ejercen presión sobre la piel. Por ejemplo, pueden formarse donde un tubo de oxígeno presiona contra las orejas o las mejillas.