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Fiebre o escalofríos, 11 años o menos
Generalidades
La fiebre es la reacción normal y saludable del cuerpo a las infecciones y otras enfermedades, tanto leves como graves. Ayuda al cuerpo a combatir las infecciones. La fiebre es un síntoma, no una enfermedad. En la mayoría de los casos, una fiebre significa que su hijo tiene una enfermedad leve. Por lo general, usted debe buscar otros síntomas en su hijo para determinar la gravedad de la enfermedad. Aunque podría ser alarmante que se eleve la temperatura de su hijo, la fiebre no es dañina.
Temperatura normal del cuerpo
La temperatura promedio normal del cuerpo es aproximadamente 98.6°F (37°C). Suele aumentar en el transcurso del día, desde un mínimo de 97.4°F (36.3°C) en la mañana hasta un máximo de 99.6°F (37.6°C) avanzada la tarde. Cada niño tiene un rango normal de temperatura que puede ser diferente al de los demás. Un aumento ligero a 100.4°F (38°C) puede ser causado por el ejercicio, usar demasiada ropa, darse un baño caliente o estar al aire libre en clima cálido.
Fiebre
La temperatura varía según cómo se tome. Las formas más comunes de medirla son:
- Debajo de la lengua.
- En las axilas.
- En el recto.
- En el oído.
También puede usar:
- Termómetros para la frente.
- Chupetes termómetro.
Es posible que algunos métodos no sean tan confiables ni precisos como otros. Para obtener información sobre cómo tomar la temperatura en forma precisa, vea el tema Temperatura corporal.
Si usted piensa que su hijo tiene fiebre, pero no puede tomarle la temperatura, es importante que busque otros síntomas de enfermedad.
Los niños suelen tener fiebre más alta que los adultos. El grado de la fiebre podría no indicar la gravedad de la enfermedad de su hijo. Su hijo podría tener una temperatura de 104°F (40°C) por una enfermedad leve, como un resfriado, mientras que una infección muy grave podría no provocarle fiebre, o provocarle solo una fiebre ligera. Con muchas enfermedades, una temperatura de fiebre puede subir y bajar muy rápida y frecuentemente, así que asegúrese de buscar otros síntomas junto con la fiebre.
Los bebés con fiebre a menudo tienen una infección causada por un virus, como un resfriado o la gripe. Las infecciones causadas por bacterias, como una infección urinaria o neumonía bacteriana, también pueden causar fiebre. Los bebés menores de 3 meses deben ser evaluados por un médico siempre que tengan fiebre porque pueden enfermarse gravemente rápidamente.
En un niño sano, una fiebre no suele ser peligrosa, en especial si el niño no presenta otros síntomas y la fiebre desaparece en 3 o 4 días. La mayoría de los niños que tienen fiebre se ponen molestos, juegan menos y quizás coman menos que de costumbre.
Los episodios de fiebre alta pueden hacer que su hijo se sienta incómodo, pero rara vez causan problemas graves. No hay evidencia médica de que la fiebre por infección cause daño cerebral. El cuerpo impide que una fiebre causada por infección se eleve a más de 106°F (41.1°C). Sin embargo, el calor del exterior, por ejemplo, al estar en un automóvil estacionado bajo el sol, puede hacer que la temperatura del cuerpo se eleve por encima de 107°F (41.7°C) y entonces sí puede haber daño cerebral.
Las vacunas de la infancia pueden reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con la fiebre, como la infección por Haemophilus influenzae tipo b, Abre cuadro de diálogo (Hib). Aunque ninguna vacuna es 100% eficaz, la mayoría de las vacunas habituales de la infancia son eficaces para alrededor del 85% al 95% de los niños que las reciben. Para obtener más información, vea el tema Vacunaciones.
Causas de la fiebre
No es raro que niños en edad preescolar tengan de 7 a 10 infecciones virales en un año. Cada nueva infección viral podría causar una fiebre. Puede parecer que una fiebre es continua, pero si pasan 48 horas entre una y otra, entonces es probable que la segunda fiebre sea causada por una nueva enfermedad.
Las causas comunes de la fiebre incluyen:
- Infecciones virales, Abre cuadro de diálogo, como resfriados, gripe, Abre cuadro de diálogo y varicela, Abre cuadro de diálogo.
- Infecciones bacterianas, Abre cuadro de diálogo, como una infección urinaria, Abre cuadro de diálogo.
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La dentición puede causar un leve aumento en la temperatura de su hijo. Pero si la temperatura es superior a 100.4°F (38°C), fíjese en síntomas que puedan estar relacionados con una infección o una enfermedad.
Una fiebre que aumenta rápidamente podría provocar convulsiones por fiebre, Abre cuadro de diálogo en algunos niños. Después de que la fiebre haya alcanzado una temperatura alta, hay menos riesgo de convulsiones. Las convulsiones por fiebre pueden ser atemorizantes de presenciar pero no suelen causar otros problemas, como daño cerebral, discapacidad intelectual, Abre cuadro de diálogo o problemas de aprendizaje. Si su hijo tiene fiebre alta y convulsiones, vea el tema Convulsiones por fiebre.
Temperatura corporal baja
Una temperatura corporal anormalmente baja (hipotermia) puede ser grave, incluso potencialmente mortal. La temperatura corporal baja puede ocurrir como consecuencia de exposición al frío, choque, Abre cuadro de diálogo, el uso de alcohol o drogas, o determinados trastornos metabólicos, tales como diabetes, Abre cuadro de diálogo o hipotiroidismo, Abre cuadro de diálogo. Una temperatura corporal baja puede también estar presente en caso de infección, especialmente en recién nacidos, adultos mayores o personas débiles. Una infección abrumadora, como la septicemia, también puede dar lugar a una temperatura corporal anormalmente baja.
Revise los síntomas de su hijo para decidir si su hijo debería consultar a un médico y cuándo debería hacerlo.
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La evaluación médica de los síntomas se basa en las partes del cuerpo que usted tiene.
- Si es transgénero o de género no binario, seleccione el sexo que coincida con las partes del cuerpo (como los ovarios, los testículos, la próstata, las mamas, el pene o la vagina) que tenga ahora en la zona donde tenga los síntomas.
- Si sus síntomas no están relacionados con esos órganos, puede elegir el sexo con el que se identifique.
- Si tiene algunos órganos de ambos sexos, es posible que tenga que utilizar esta herramienta de triaje dos veces (una vez como "hombre" y otra vez como "mujer"). Esto es para asegurarse de que la herramienta haga las preguntas adecuadas para usted.
Muchos factores pueden afectar la forma en que el cuerpo responde a un síntoma y qué tipo de atención podría necesitar. Estos incluyen:
- Su edad. Los bebés y los adultos mayores tienden a enfermarse con más rapidez.
- Su estado de salud general. Si tiene una afección como diabetes, VIH, cáncer o enfermedad cardíaca, es posible que deba prestar especial atención a determinados síntomas y buscar atención antes.
- Los medicamentos que toma. Ciertos medicamentos, como los medicamentos que previenen la formación de coágulos de sangre (anticoagulantes), medicamentos que inhiben el sistema inmunitario como los esteroides o la quimioterapia, remedios herbarios o suplementos pueden provocar síntomas o empeorarlos.
- Hechos relacionados con la salud recientes, como una cirugía o una lesión. Estos tipos de hechos pueden causar síntomas más adelante o agravarlos.
- Sus hábitos de salud y su estilo de vida, como los hábitos alimentarios y de ejercicio, el hábito de fumar, el consumo de alcohol o de drogas, los antecedentes sexuales y los viajes.
Pruebe el tratamiento en el hogar
Usted respondió todas las preguntas. En función de sus respuestas, es posible que pueda resolver este problema en el hogar.
- Pruebe el tratamiento en el hogar para aliviar los síntomas.
- Llame a su médico si los síntomas empeoran o si tiene alguna inquietud (por ejemplo, si los síntomas no mejoran como debería esperar). Es posible que necesite atención antes.
Los bebés pueden deshidratarse rápidamente cuando pierden líquidos debido a problemas como vómito o fiebre.
Los síntomas de deshidratación pueden ser de leves a graves. Por ejemplo:
- El bebé podría estar molesto o irritable (deshidratación leve), o el bebé podría estar muy somnoliento y podría resultarle difícil despertarlo (deshidratación grave).
- El bebé podría orinar un poco menos de lo habitual (deshidratación leve), o el bebé podría no orinar en absoluto (deshidratación grave).
Usted puede deshidratarse cuando pierde mucho líquido debido a problemas como vómito o fiebre.
Los síntomas de deshidratación pueden ser de leves a graves. Por ejemplo:
- Es posible que se sienta cansado y tenso (deshidratación leve), o puede sentirse débil, que no está alerta e incapaz de pensar claramente (deshidratación grave).
- Es posible que orine menos de lo habitual (deshidratación leve), o es posible que no orine en absoluto (deshidratación grave).
Deshidratación grave significa:
- Es posible que el bebé esté muy somnoliento y que sea difícil despertarlo.
- Es posible que el bebé tenga la boca y los ojos muy secos (sin lágrimas).
- Es posible que el bebé no moje los pañales durante 12 horas o más.
Deshidratación moderada significa:
- Es posible que el bebé no moje ningún pañal en 6 horas.
- Es posible que el bebé tenga la boca y los ojos secos (menos lágrimas de lo habitual).
Deshidratación leve significa:
- Es posible que el bebé orine un poco menos de lo habitual.
Los síntomas de dificultad para respirar pueden ser de leves a graves. Por ejemplo:
- Podría sentir un poco de falta de aliento, pero aún puede hablar (dificultad para respirar leve), o podría sentir tanta falta de aliento que no puede hablar en absoluto (dificultad para respirar grave).
- Podría resultarle difícil respirar cuando realiza actividades (dificultad para respirar leve), o podría tener que hacer mucho esfuerzo para respirar incluso cuando está en reposo (dificultad para respirar grave).
Los síntomas de dificultad para respirar en un bebé o niño pequeño pueden extenderse de leves a graves. Por ejemplo:
- Es posible que el niño esté respirando un poco más rápido que lo habitual (dificultad para respirar leve) o que tenga tantos problemas que las fosas nasales se agrandan y el abdomen se mueve hacia adentro y hacia afuera con cada respiración (dificultad para respirar grave).
- El niño puede parecer tener un poco de falta de aliento, pero aún puede comer o hablar (dificultad para respirar leve) o es posible que esté respirando con tanta dificultad que no puede comer ni hablar (dificultad para respirar grave).
El babeo y los problemas para tragar repentinos pueden ser señales de un problema grave, que se llama epiglotitis. Este problema puede suceder a cualquier edad.
La epiglotis es un colgajo de tejido en la parte de atrás de la garganta que no puede verse cuando uno mira dentro de la boca. Al tragar, se cierra para mantener los alimentos y los líquidos fuera del conducto (tráquea), que lleva a los pulmones. Si la epiglotis se inflama o se infecta, puede hincharse y obstruir las vías respiratorias rápidamente. Esto hace que respirar sea muy difícil.
Los síntomas comienzan repentinamente. Es probable que una persona con epiglotitis parezca muy enferma, tenga fiebre, babee y tenga problemas para respirar, tragar y emitir sonidos. En el caso de un niño, es posible que usted note que el niño trata de sentarse e inclinarse hacia adelante, con la mandíbula hacia adelante, debido a que es más fácil respirar en esta posición.
Muchos medicamentos recetados y sin receta pueden desencadenar una reacción alérgica y causar fiebre. Algunos ejemplos son los siguientes:
- Antibióticos.
- Barbitúricos, como fenobarbital.
- Aspirina, si toma demasiada.
La fiebre puede ser un síntoma de casi cualquier tipo de infección. Los síntomas de una infección más grave podrían incluir los siguientes:
- Infección en la piel: Dolor, enrojecimiento o pus
- Infección articular: Dolor intenso, enrojecimiento o sensación de calor en una articulación o alrededor de ella
- Infección en la vejiga: Ardor al orinar y necesidad de orinar con frecuencia sin poder eliminar mucha orina
- Infección en los riñones: Dolor en el flanco, que puede ser en cualquiera de los dos lados de la espalda, justo por debajo de la caja torácica
- Infección abdominal: Dolor de estómago
Los síntomas de golpe de calor podrían incluir:
- Sentirse muy confuso, inquieto o ansioso, o actuar de esta forma.
- Problemas para respirar.
- Sudar en forma abundante o no sudar en absoluto (la sudoración podría haberse detenido).
- Piel enrojecida, caliente y seca, incluso en las axilas.
- Desmayo.
- Convulsiones.
- Náuseas y vómito.
Un golpe de calor ocurre cuando el cuerpo no puede controlar su propia temperatura, y la temperatura corporal continúa aumentando.
Deshidratación grave significa:
- Es posible que el niño tenga la boca y los ojos extremadamente secos.
- Es posible que el niño orine poco o no orine durante 12 horas o más.
- Es posible que el niño no parezca alerta ni capaz de pensar claramente.
- Es posible que el niño esté demasiado débil o mareado como para mantenerse de pie.
- Es posible que el niño se desmaye.
Deshidratación moderada significa:
- Es posible que el niño tenga mucha más sed de lo habitual.
- Es posible que el niño tenga la boca y los ojos más secos de lo habitual.
- Es posible que el niño orine poco o no orine durante 8 horas o más.
- Es posible que el niño se sienta mareado cuando se pone de pie o se incorpora.
Deshidratación leve significa:
- Es posible que el niño tenga más sed de lo habitual.
- Es posible que el niño orine menos de lo habitual.
Determinadas afecciones de salud y medicamentos debilitan la capacidad del sistema inmunitario de combatir las infecciones y las enfermedades. Algunos ejemplos en los niños son:
- Enfermedades como diabetes, fibrosis quística, enfermedad de células falciformes y enfermedades cardíacas congénitas.
- Medicamentos esteroides, que se usan para tratar una variedad de afecciones.
- Medicamentos que se hayan tomado después de un trasplante de órganos.
- Quimioterapia y radioterapia para el cáncer.
- No tener bazo.
La temperatura varía un poco según cómo se mida. A continuación, se detallan los márgenes en niños de hasta 11 años, para temperaturas alta, moderada y leve según cómo se haya tomado la temperatura.
Temperatura bucal, timpánica (en el oído) o rectal
- Alta: 104°F (40°C) o más
- Moderada: 100.4°F (38°C) a 103.9°F (39.9°C)
- Leve: 100.3°F (37.9°C) o menos
Una medición de la temperatura en la frente suele ser entre 0.5°F (0.3°C) y 1°F (0.6°C) más baja que la temperatura oral.
Temperatura axilar
- Alta: 103°F (39.5°C) o más
- Moderada: 99.4°F (37.4°C) a 102.9°F (39.4°C)
- Leve: 99.3°F (37.3°C) o menos
Nota: Para niños de menos de 5 años, la temperatura rectal es la más precisa.
Puntos rojos o violáceos diminutos repentinos o moretones repentinos podrían ser los primeros síntomas de una enfermedad grave o de un problema de sangrado. Existen dos tipos.
Petequias:
- Son puntos rojos o violáceos planos y diminutos en la piel o en el recubrimiento de la boca.
- No se vuelven blancas cuando las presiona.
- Van desde el tamaño de un puntito hasta el tamaño de una pequeña arveja y no causan comezón ni dolor.
- Podrían extenderse por un área grande del cuerpo en el término de algunas horas.
- Son distintas de los puntos rojos planos y diminutos o de las marcas de nacimiento que están presentes todo el tiempo.
Púrpura:
- Es la aparición repentina y grave de moretones que ocurre sin ningún motivo claro.
- Podría ser en un área o en todo el cuerpo.
- Es distinta de la aparición de moretones que ocurre después de que se golpea con algo.
Puede usar una pequeña pera de goma (que se llama pera de aspiración) para extraer mucosidad de la nariz o de la boca de su bebé cuando un resfriado o una alergia hacen que sea difícil para el bebé comer, dormir o respirar.
Para usar la pera:
- Coloque algunas gotas nasales de solución salina en cada lado de la nariz del bebé antes de comenzar.
- Coloque al bebé con la cabeza levemente inclinada hacia atrás.
- Apriete la base redonda de la pera.
- Introduzca suavemente la punta de la pera bien adentro de la nariz del bebé.
- Suelte la pera para extraer (succionar) mucosidad de la nariz.
No haga esto más de 5 o 6 veces al día. Hacerlo con demasiada frecuencia puede empeorar la congestión y también puede causar que el recubrimiento de la nariz se hinche o sangre.
Problemas para respirar graves significa:
- El niño no puede comer ni hablar porque está respirando muy fuerte.
- Las fosas nasales del niño se agrandan, y el abdomen se mueve hacia adentro y hacia afuera con cada respiración.
- Parece que el niño se está agotando.
- El niño parece muy somnoliento o confundido.
Problemas para respirar moderados significa:
- El niño está respirando mucho más rápido de lo habitual.
- El niño debe tomarse descansos cuando come o cuando habla para poder respirar.
- Las fosas nasales se agrandan, o el estómago se mueve hacia adentro y hacia afuera en los momentos en que el niño respira.
Problemas para respirar leves significa:
- El niño está respirando un poco más rápido de lo habitual.
- Parece que el niño tiene un poco de falta de aliento, pero aún puede comer o hablar.
El choque ("shock") es una afección potencialmente mortal que podría ocurrir rápidamente después de una enfermedad o lesión repentinas.
Los bebés y los niños pequeños a menudo tienen varios síntomas de choque. Estos incluyen:
- Desmayo (pérdida del conocimiento).
- Sentir mucho sueño o que resulte difícil despertarlos.
- No responder cuando los tocan o les hablan.
- Respirar mucho más rápido de lo habitual.
- Actuar confusos. Es posible que el niño no sepa dónde está.
Si no está seguro de si la fiebre de un niño es alta, moderada o leve, tenga en cuenta lo siguiente:
Con fiebre alta:
- El niño siente mucho calor.
- Es probable que sea una de las fiebres más altas que haya tenido el niño.
Con fiebre moderada:
- El niño siente calor o un poco de calor.
- Usted está seguro de que el niño tiene fiebre.
Con fiebre leve:
- Es posible que el niño sienta un poco de calor.
- Usted cree que el niño podría tener fiebre, pero no está seguro.
Un bebé que se encuentra extremadamente enfermo:
- Puede estar flojo y caído como un muñeco de trapo.
- Puede no responder en absoluto cuando lo alzan, lo tocan o le hablan.
- Puede ser difícil despertarlo.
Un bebé que se encuentra enfermo (pero no extremadamente enfermo):
- Puede tener más sueño de lo habitual.
- Puede no comer ni beber tanto como lo hace habitualmente.
Dolor en niños menores de 3 años
Puede ser difícil saber cuánto dolor siente un bebé o un niño pequeño.
- Dolor intenso (de 8 a 10): El dolor es tan fuerte que el bebé no puede dormir, no puede estar cómodo y llora constantemente sin importar lo que usted haga. Es posible que el bebé patee, cierre los puños o haga muecas.
- Dolor moderado (de 5 a 7): El bebé está muy molesto, se aferra mucho a usted y podría tener problemas para dormir, pero responde cuando usted intenta calmarlo.
- Dolor leve (de 1 a 4): El bebé está un poco molesto y se aferra un poco a usted, pero responde cuando usted intenta calmarlo.
Dolor en niños de 3 años y mayores
- Dolor intenso (de 8 a 10): El dolor es tan fuerte que el niño no puede soportarlo por más de algunas horas, no puede dormir y no puede hacer nada más excepto concentrarse en el dolor. Nadie puede tolerar un dolor intenso durante más de algunas horas.
- Dolor moderado (de 5 a 7): El dolor es lo suficientemente fuerte como para perturbar las actividades normales y el sueño del niño, pero el niño puede tolerarlo durante horas o días.
- Dolor leve (de 1 a 4): El niño nota el dolor y podría quejarse de eso, pero no es lo suficientemente intenso como para perturbarle el sueño o las actividades.
Los síntomas de enfermedad grave en un bebé podrían incluir los siguientes:
- El bebé está flojo y caído como un muñeco de trapo.
- El bebé no responde en absoluto cuando lo alzan, lo tocan o le hablan.
- Es difícil despertar al bebé.
Los síntomas de enfermedad grave podrían incluir:
- Dolor de cabeza intenso.
- Rigidez en el cuello.
- Cambios mentales, como sentirse confuso o mucho menos alerta.
- Fatiga extrema (hasta el punto de resultarle difícil desenvolverse).
- Temblores y escalofríos.
Busque atención ahora
En función de sus respuestas, es posible que usted necesite recibir atención de inmediato. Es probable que el problema empeore si no recibe atención médica.
- Llame a su médico ahora para analizar los síntomas y para coordinar la atención.
- Si no puede comunicarse con su médico o no tiene uno, busque atención en la siguiente hora.
- No necesita llamar a una ambulancia, a menos que:
- No pueda viajar en forma segura conduciendo usted mismo o pidiéndole a alguien que le lleve.
- Esté en un área en la que haya mucho tránsito u otros problemas que podrían retrasarle.
Llame al 911 ahora
En función de sus respuestas, usted necesita atención de urgencia.
Llame ahora al 911 o a otros servicios de emergencia.
A veces, las personas no quieren llamar al 911. Podrían creer que sus síntomas no son graves o que simplemente pueden pedirle transporte a otra persona. O podría preocuparles el costo. Pero, en función de sus respuestas, la manera más rápida y segura de obtener la atención que necesita es llamar al 911 para solicitar transporte médico al hospital.
Según sus respuestas, es posible que necesite atención médica pronto. Es probable que el problema no mejore sin atención médica.
- Llame hoy mismo al médico o al proveedor de telesalud para hablar de los síntomas y coordinar la atención médica.
- Si no puede contactar con el médico o proveedor de telesalud o no tiene ninguno, obtenga atención médica hoy mismo.
- Si es de noche, esté atento a los síntomas y obtenga atención médica por la mañana.
- Si los síntomas empeoran, obtenga atención médica antes.
¿Cuáles son sus opciones de atención médica?
Hoy en día sus opciones sobre dónde recibir atención médica son mayores que nunca. Puede que ni siquiera tenga que salir de casa para recibir la atención que desea y necesita. Puede elegir en función de cuál sea su problema de salud y de lo que más le convenga.
- La telesalud es una videollamada con un proveedor de atención médica. Puede ser una forma cómoda de obtener asesoramiento o tratamiento médico. Algunas compañías de seguros proporcionan acceso a la telesalud que puede estar disponible las 24 horas del día. La telesalud para problemas menos graves puede costar menos y ser más rápida que las visitas clínicas en persona.
- La atención de urgencias leves y los consultorios de atención inmediata son opciones si no tiene médico, no puede o no quiere esperar para ver a su propio médico, o una visita de telesalud no puede tratar el problema.
- La atención virtual de su proveedor de atención médica primaria o de un servicio de telesalud puede prestarse a través de su teléfono inteligente, computadora o tableta.
Programe una cita
En función de sus respuestas, es posible que el problema no mejore si no recibe atención médica.
- Programe una cita para consultar a su médico en las próximas 1 a 2 semanas.
- Si corresponde, pruebe el tratamiento en el hogar mientras espera la cita.
- Si los síntomas empeoran o si tiene alguna inquietud, llame a su médico. Es posible que necesite atención antes.
R 14.4.0.0
Cuando su hijo tiene fiebre, Abre cuadro de diálogo, en especial en la temporada de resfriados y gripe, puede ser difícil saber si debe llamar a un médico. El grado de la fiebre podría no estar relacionado con la gravedad de la enfermedad. La forma en que se vea y actúe su hijo es mejor indicación que el termómetro. La mayoría de los niños son menos activos cuando tienen fiebre.
Si su hijo está cómodo y alerta, está comiendo bien, está bebiendo suficientes líquidos, está orinando cantidades normales y parece estar mejorando, el tratamiento en el hogar sin medicamentos es lo único que se necesita en caso de una fiebre. Vista a su hijo con ropa ligera y no lo envuelva en mantas. Vestirlo con ropa liviana ayudará a bajar la temperatura corporal de su hijo.
Pruebe estas medidas de tratamiento en el hogar para asegurarse de que su hijo esté tomando suficientes líquidos y no se deshidrate mientras tiene una fiebre.
Recién nacidos y bebés menores de 1 año de edad
No espere hasta ver que su hijo tenga señales de deshidratación, Abre cuadro de diálogo. Estas señales incluyen que su bebé tiene más sed de lo normal y que orina menos que de costumbre.
- Si amamanta a su hijo, dele el pecho más a menudo. Ofrézcale cada seno a su bebé por 1 o 2 minutos cada 10 minutos.
- Si usa biberón para alimentar a su bebé, aumente la cantidad de sesiones de alimentación para reponer los líquidos perdidos. La cantidad de líquido adicional que necesita su bebé depende de la edad y del tamaño de su bebé. Por ejemplo, un recién nacido puede necesitar tan solo 1 onza líquida (30 mL) en cada sesión adicional, mientras que un bebé de 12 meses puede necesitar hasta 3 onzas líquidas (90 mL) en cada sesión de alimentación adicional.
- Pregúntele a su médico si tiene que usar una si su bebé todavía no obtiene los líquidos suficientes de la fórmula o de la leche materna. La cantidad de ORS que necesita su bebé depende de la edad y del tamaño de su bebé. Puede darle la ORS con un gotero, una cuchara o un biberón.
- Si su bebé ha comenzado a comer cereal, puede reponer los líquidos perdidos con cereales. También puede alimentar a su bebé con bananas (plátanos) pisadas o puré de papas si su bebé ya ha comido estos alimentos con anterioridad.
Niños de 1 a 11 años de edad
- Asegúrese de que su hijo esté bebiendo líquidos con frecuencia. Pequeñas cantidades frecuentes es lo mejor.
- Permítale a su hijo que beba todo el líquido que quiera. Aliente a su hijo a o a chupar paletas de agua saborizadas, como Popsicles. Importante: No le dé a su hijo jugo de frutas ni gaseosas. Los jugos de frutas y las gaseosas contienen demasiada azúcar y no tienen los minerales esenciales (electrolitos) suficientes que está perdiendo. Las gaseosas dietéticas carecen de las calorías que necesita su hijo.
- También puede usarse cereal mezclado con leche o agua para reponer los líquidos perdidos.
- Si su hijo todavía no obtiene suficientes líquidos, puede probar con una .
Mantenga cómodo al niño
Es importante bajarle la temperatura al niño cuando la fiebre está causando incomodidad. Si su hijo está incómodo:
Pruebe algún medicamento de venta libre para tratar la fiebre o el dolor de su hijo: |
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Hable con el médico de su hijo antes de alternar entre dosis de acetaminofén e ibuprofeno. Cuando alterna entre dos medicamentos, existe la posibilidad de que le administre demasiado medicamento a su hijo. |
Asegúrese de seguir estos consejos de seguridad cuando use medicamentos de venta libre: |
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- Dele a su hijo un baño de esponja con agua tibia. No use agua fría, hielo ni alcohol isopropílico (de frotar).
- Aliente actividades tranquilas.
- Esté alerta a señales de deshidratación, Abre cuadro de diálogo. Estas incluyen que su hijo tenga más sed de lo habitual y que la orina de su hijo sea más oscura de lo habitual.
Síntomas a los que debe prestar atención durante el tratamiento en el hogar
Llame al médico de su hijo si ocurre alguna de las siguientes situaciones durante el tratamiento en el hogar:
- Su nivel de conocimiento (o lucidez), Abre cuadro de diálogo cambia.
- Su hijo tiene señales de deshidratación, Abre cuadro de diálogo y no puede beber lo suficiente como para reponer los líquidos perdidos. Las señales de deshidratación incluyen tener más sed de lo habitual y orina más oscura de lo normal.
- Aparecen otros síntomas, como dolor en una zona del cuerpo, falta de aire o síntomas urinarios.
- Los síntomas empeoran o son más frecuentes.
La mejor manera de prevenir la fiebre es reducir la exposición de su hijo a enfermedades infecciosas. Lavarse las manos es la medida de prevención más importante para las personas de todas las edades.
Las vacunas de la infancia pueden reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con la fiebre, tales como la infección por Haemophilus influenzae tipo b, Abre cuadro de diálogo (Hib). Aunque ninguna vacuna es 100% eficaz, la mayoría de las vacunas de la infancia de rutina son eficaces en alrededor del 85% al 95% de los niños que las reciben. Para obtener más información, vea el tema Vacunaciones.
A fin de prepararse para su cita, vea el tema Cómo aprovechar al máximo su cita.
Puede ayudar al médico de su hijo a diagnosticar y tratar la afección de su hijo proporcionando la siguiente información:
- Antecedentes de la fiebre, incluidos los siguientes:
- ¿Cuándo comenzó la fiebre? ¿Se presentó repentinamente o aumentó luego de varias horas?
- ¿Puede medir la temperatura de su hijo? ¿Cuántos grados tiene de fiebre?
- ¿Tiene algún otro síntoma el niño?
- ¿Tiene su hijo fiebre con frecuencia?
- ¿Con qué frecuencia tiene fiebre su hijo?
- Por lo general, ¿cuánto dura la fiebre?
- ¿Ha tenido su hijo algún otro problema de salud durante los últimos 3 meses?
- ¿Ha estado su hijo comiendo, bebiendo y jugando con normalidad?
- ¿Ha estado enfermo algún otro integrante de su familia?
- ¿Asiste su hijo a una guardería? Si es así, ¿ha estado enfermo algún otro niño de la guardería?
- ¿Ha viajado recientemente su hijo fuera del país?
- ¿Ha estado su hijo recientemente en contacto cercano con inmigrantes o personas no nativas?
- ¿Ha experimentado su hijo mordeduras de animales o picaduras de insectos (incluidas las garrapatas) en las últimas 6 semanas?
- ¿Se le ha aplicado a su hijo alguna vacuna últimamente?
- ¿Tiene su hijo algún riesgo de salud?
Revisado: 30 abril, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
Comité de revisión clínica
Todo el material educativo de Ignite Healthwise, LLC es revisada por un equipo que incluye médicos, enfermeras, profesionales sanitarios avanzados, dietistas registrados y otros profesionales de atención médica.