Una resonancia magnética es una prueba que utiliza un campo magnético y pulsos de energía para obtener imágenes detalladas del interior del cuerpo.
Examina órganos u otras partes del cuerpo para buscar señales de enfermedades o problemas, como hemorragias, infecciones o lesiones.
Una resonancia magnética aporta más datos sobre un problema que otras pruebas como rayos X.
Antes del estudio, infórmele a su doctor si tiene algún problema de salud o alergias.
Así se realiza el estudio.
Deberá ponerse una bata y quitarse las joyas.
Para visualizar mejor órganos o vasos, quizás le inyecten un contraste por vía intravenosa.
El tinte podría causar dolor de cabeza, sensación de calor o náuseas.
La máquina que realiza el estudio es ruidosa.
Es probable que le den tapones para los oídos o auriculares con música.
No debe moverse, por eso quizás le den sedantes para relajarse.
La prueba dura hasta una hora.
Se recostará en una mesa que entra en la máquina.
Quizás sienta el soplido de un ventilador u oiga ruidos intensos de golpes o chasquidos.
Podría sentir calor en la zona examinada.
Dependiendo del motivo de la resonancia, tal vez pueda volver a casa inmediatamente después del estudio.
Si tomó sedantes, quizás debe esperar un rato para que pase el efecto, o podría necesitar que algún adulto lo acompañe a su hogar.
Si recibió un tinte antes del estudio, beba bastante líquido para eliminarlo a menos que el doctor le diga lo contrario.
Las resonancias puedan dar un poco de miedo, pero recuerde que son seguras y no causan dolor, y que el equipo del hospital cuidará de usted para que esté seguro y cómodo.
