Una tomografía computarizada utiliza rayos X para captar imágenes detalladas de órganos y otras estructuras del interior del cuerpo de su hijo.
La prueba se usa para revisar muchos problemas de salud diferentes, para asistir con una operación o procedimiento o para comprobar lo bien que salió un procedimiento.
La prueba se hace dentro de una máquina con forma de rosquilla que se llama tomógrafo.
Usa una pequeña dosis de radiación.
Pero es segura, porque la cantidad es muy pequeña.
Antes de la prueba, haga saber a su médico si su hijo tiene algún problema de salud o alguna alergia.
Así es como se hace una tomografía computarizada.
Su hijo se pondrá un camisón o bata de hospital y se sacará todos los accesorios personales.
Para ayudar al médico a ver los órganos o los vasos sanguíneos con más claridad, podrían darle a su hijo un tinte, que se llama material de contraste, por vía intravenosa en el brazo.
O tal vez su hijo tenga que beber el tinte.
A algunos niños podría darles dolor de cabeza, o podrían sentirse acalorados o mal del estómago.
Su hijo tendrá que mantenerse quieto durante la prueba.
Así que el médico podría darle medicamentos para ayudar a su hijo a relajarse y sentirse con sueño.
Usted puede preguntarle al médico si puede estar en la sala con su hijo.
Su hijo se recostará en una mesa que se desliza dentro de la abertura del tomógrafo y este tomará las imágenes.
Por lo general, la prueba dura solo algunos minutos.
Según cuál sea el motivo de la tomografía computarizada, su hijo podría irse a casa inmediatamente después de la prueba.
Los niños a quienes les dieron medicamentos para ayudar a relajarse o mantenerse quietos podrían tener que esperar una o dos horas antes de volver a casa, para que se pueda ir el efecto de los medicamentos.
Si se usó un tinte para la prueba, asegúrese de que su hijo beba abundantes líquidos para ayudar a eliminar el tinte, a menos que el médico le diga que no lo haga.
Hacerse una tomografía computarizada podría parecer atemorizador al principio, especialmente a los niños.
Pero es seguro y no duele; tal vez sea útil recordarles esto a los niños.
Y el personal del hospital estará allí todo el tiempo para asegurarse de que su hijo esté bien.