Con un plan de tratamiento para controlar y prevenir las convulsiones, usted tiene lo que necesita para ayudar a su hijo a vivir mejor.
Los episodios de convulsiones son diferentes de una persona a otra.
Pero el objetivo de un plan de tratamiento es ayudarle a reconocer y evitar las cosas que pueden aumentar las probabilidades de que su hijo tenga convulsiones.
Estas cosas pueden incluir un medicamento nuevo (incluso un medicamento de venta libre), omitir una dosis de un medicamento recetado, la falta de sueño, el consumo de alcohol o drogas, el estrés o no comer.
Es por eso que un plan de tratamiento a menudo cubre los desencadenantes o señales de advertencia, los medicamentos, el sueño, los hábitos alimentarios y la actividad.
También debería incluir un plan de acción para saber qué hacer si su hijo tiene un episodio de convulsiones y cómo prevenir una emergencia.
Entonces, comencemos con los medicamentos.
Un medicamento funciona cuando su hijo toma la dosis correcta en el momento adecuado.
Incluso omitir una dosis puede aumentar el riesgo de provocar un episodio de convulsiones.
El sueño es bueno para todos los niños, pero, en el caso de su hijo, la falta de sueño puede desencadenar las convulsiones.
El sueño también le da al cerebro tiempo para crecer y reparar células y restablecer la energía.
Al igual que el sueño, la actividad es parte de una vida saludable, pero en el caso de su familia, es importante que su hijo se mantenga a salvo.
Su médico puede informarle sobre actividades que son seguras para niños con trastornos convulsivos.
Si su hijo tiene una dieta especial, usted puede ayudarle a seguirla.
Y usted puede ayudar a facilitar las cosas planeando con anticipación y teniendo a mano los ingredientes adecuados.
Incluso si sigue el plan de tratamiento con exactitud, aún puede presentarse una crisis convulsiva.
Aquí es donde el plan de acción desempeña su papel.
Describe qué hacer y a quién llamar si su hijo tiene un episodio de convulsiones.
Comparta este plan con la escuela de su hijo, el campamento, la guardería, los maestros, los consejeros y los proveedores de atención, y sus amigos o padres de amigos.
Y recuerde que usted no tiene que ser el único "a cargo".
Anime a su hijo a que se encargue del plan lo más posible.
Esto puede darle a su hijo una sensación de control e independencia.
Antes de que tuviera convulsiones, usted amaba a su hijo y lo cuidaba de muchas maneras.
Y el plan de tratamiento le ofrece maneras adicionales de cuidarlo y amarlo que pueden ser útiles a la hora de controlar y prevenir las convulsiones.
