Cuando salga del hospital con su bebé, los primeros días y noches pueden ser largos.
Los bebés con síndrome de abstinencia neonatal tienen síntomas problemáticos y necesitan cuidados adicionales.
Los bebés con este síndrome pueden estar irritables y llorar mucho.
También pueden tener la nariz taponada o estornudar mucho, estar nerviosos o temblorosos, no comer o dormir bien, vomitar o regurgitar, o tener diarrea.
Pero el síndrome de abstinencia neonatal es temporal.
Y día a día su bebé mejorará a medida que aprende a vivir sin las drogas o medicamentos que recibió dentro del útero.
En casa, su amor y sus cuidados pueden ser una medicina poderosa.
Guarde los juguetes para más tarde y sostenga a su bebé tanto como pueda, especialmente piel a piel.
Háblele suavemente a su bebé y cárguelo en un portabebés cuando salga o necesite tener las manos libres.
Bañe a su bebé con agua tibia o dele masajes.
Usted, su contacto y su presencia tranquila son muy importantes.
Cuando usted está tranquilo y relajado, esto ayuda a que su bebé se relaje también.
Además, es imposible consentir demasiado a un bebé recién nacido.
Cuando su bebé esté irritable, puede probar a envolverlo.
Envolver a un bebé puede consolarlo de inmediato.
A algunos bebés les gusta estar completamente envueltos.
Otros prefieren tener los brazos libres.
Mecerlos o balancearlos suavemente también puede hacer que se sientan bien.
A veces, moverlos de lado a lado funciona.
Y otras veces, hacerlo de arriba a abajo los calma antes.
Deje que su bebé duerma en un lugar oscuro y silencioso.
Y alimente también a su bebé en un lugar tranquilo.
Si le da a su bebé toda su atención mientras lo alimenta, esto le ayudará a conocer mejor las necesidades de su bebé.
Muchos bebés con síndrome de abstinencia neonatal tienen problemas de reflujo gástrico.
Así que, si su bebé no come bien, intente darle cantidades más pequeñas con mayor frecuencia.
Si tiene un día en el que nada funciona para calmar a su bebé, está bien alejarse y respirar profundamente.
Y si tiene dificultad para calmar a su bebé la mayor parte del tiempo, o las cosas no parecen mejorar, es bueno buscar ayuda médica.
Necesitará ayuda de emergencia si su bebé tiene dificultad para respirar o si tiene convulsiones.
Y llame a su médico si su bebé tiene más dificultad para comer, si regurgita o vomita más, o si tiene fiebre.
Cada día que pase, comprenderá mejor las necesidades de su bebé.
Pero es posible que necesite algo de ayuda de otras personas.
Y tal vez deba recordarse que usted está haciendo lo mejor posible con un bebé que necesita algo de tiempo adicional para adaptarse al mundo.
