Recibir una inyección en el consultorio médico es algo frecuente.
Pero darse una inyección usted mismo en casa no es algo tan rutinario.
Cuando un medicamento se inyecta en un músculo, esto se llama intramuscular.
Por lo general se inyecta en los glúteos o en el muslo.
Algunos medicamentos, como la hormona testosterona o los medicamentos para la fertilidad, tienen que inyectarse en un músculo para que funcionen.
Al principio, es posible que se sienta un poco nervioso al ponerse una inyección intramuscular.
Pero una vez que lo haga unas cuantas veces, se acostumbrará a ello.
Así es como se hace...
Primero, tenga preparados sus suministros.
Necesitará una jeringa y una toallita impregnada en alcohol...
o una bolita de algodón humedecida en alcohol isopropílico.
Lávese las manos con agua y jabón...
y séqueselas bien.
A continuación, elija un lugar en el lado externo del muslo o en las nalgas...
donde se va a aplicar la inyección.
Su médico puede enseñarle las zonas del cuerpo en las que inyectarse podría ser más cómodo.
Limpie esa zona de piel usando la toallita impregnada en alcohol o la bolita de algodón...
y deje que se seque.
Luego, retire el capuchón de la aguja...
y sostenga la jeringa como un dardo, manteniendo los dedos alejados del émbolo.
Ahora... estire y aplane la piel donde se va a dar la inyección.
Sostenga la jeringa en un ángulo de 90 grados con respecto a la piel...
de modo que esté en un ángulo recto… justo encima del sitio donde se va a dar la inyección.
Empuje la aguja rápidamente hasta el fondo en la piel que acaba de estirar.
Ahora, a menos que su médico le haya indicado lo contrario, tendrá que ver si hay sangre en la jeringa.
Así es como debe hacerlo… Sosteniendo la jeringa en su sitio con una mano, use la otra mano para tirar lentamente del émbolo.
Si ve sangre en la jeringa, entonces ha dado en un vaso sanguíneo.
Si ha dado en un vaso sanguíneo, saque la aguja de la piel sin inyectar el medicamento.
Deshágase de la aguja y la jeringa, y prepare una nueva jeringa con el medicamento.
Introduzca la nueva aguja en un lugar diferente y vuelva a comprobar si hay sangre.
Si no ve sangre en la jeringa, empuje lentamente el émbolo de la jeringa hasta el fondo para que el medicamento entre en el músculo.
Saque la aguja en el mismo ángulo en el que la introdujo...
y luego suelte la piel.
Si sangra un poco, presione el lugar con una bolita de algodón o una gasa.
No frote la zona, ya que esto puede causar moretones.
Aleje la aguja de usted y deseche la jeringa en un lugar seguro, como un recipiente especial para agujas.
Nunca use la misma aguja más de una vez.
Y luego, vuelva a lavarse las manos.
Además, asegúrese de ponerse la inyección en un sitio ligeramente diferente cada vez que lo haga.
Al principio, darse una inyección puede ser un poco estresante.
Pero antes de que se dé cuenta, probablemente se convierta en una parte de su rutina de cuidado personal.
Sin embargo, llame a su equipo de atención médica si tiene cualquier problema.