Cuando está en el hospital después de una operación o un procedimiento, o debido a una lesión o un problema de salud, usted puede tener dolor.
Pero los medicamentos pueden ayudar mucho a controlar el dolor.
Su equipo de atención estará allí para asegurarse de que su dolor esté mejor controlado y usted esté lo más cómodo posible.
Y usted puede colaborar diciéndole a su equipo de atención cómo se siente y cuándo tiene dolor de modo que puedan hacer todo lo posible para manejarlo y ayudar a que se recupere.
Es posible que le den medicamentos a horarios regulares para ayudar a prevenir o aliviar el dolor antes de que sea intenso.
Una vez que el dolor es intenso, puede ser más difícil de controlar.
Así que es mejor informar a su equipo de atención en cuanto empieza a sentir algo de dolor antes de que se vuelva intenso.
Su médico y las enfermeras ayudarán a asegurarse de que reciba la cantidad correcta de medicamento.
No dude en informarles si tiene algún efecto secundario de sus medicamentos, como náuseas o estreñimiento.
Es posible que pueda tomar un medicamento o una dosis diferente.
Usted es la única persona que sabe exactamente cómo se siente su dolor, así que trate de describírselo lo más claramente que pueda para asegurarse de recibir el tratamiento que necesita.
Al describir su dolor, piense en preguntas como...
¿Es constante el dolor?
¿O aparece y desaparece?
¿Dónde le duele?
¿Y cómo es el dolor?
Por ejemplo, ¿es un dolor difuso, agudo, fulgurante o ardiente?
Y, ¿ha cambiado el dolor desde la última vez que habló con su enfermera?
Su médico o enfermera puede preguntarle si su dolor es leve, moderado o intenso.
O podría pedirle que califique su nivel de dolor según una escala.
Algunas escalas de dolor usan imágenes.
Otras usan números del 0 al 10.
Usar una escala del dolor puede ayudarle a describir exactamente cuánto dolor tiene y cómo su dolor evoluciona con el tiempo, para que su equipo de atención pueda ajustar sus medicamentos, si es necesario.
Recuerde, la clave para mantener el dolor mejor controlado es decirle a su médico y equipo de atención cómo se siente.
El trabajo conjunto ayudará a su equipo de atención a mantenerlo lo más cómodo posible y ayudará a aliviarle el dolor.