Usted no puede predecir lo que sentirá sobre el final de su vida hasta que llegue ese momento.
Por eso, es una buena idea seguir informando a sus seres queridos y a su equipo de atención sobre lo que es importante para usted en este momento.
Y eso podría ser totalmente diferente de lo que era importante para usted hace 10 años...
o incluso hace 10 días.
Este video le dará una oportunidad para pensar sobre cómo se siente ahora.
También puede detener el video y reflexionar sobre algunas de las preguntas.
[Hombre 1] "Pensé que no quería ninguna medida dramática.
Pero cambié de opinión una vez que me encontré de veras enfrentando mi propia mortalidad".
[Mujer 1] "Mi madre autorizó una sonda de alimentación para mi padre.
Pero, después de que él murió, ella dijo: 'No se les ocurra hacerme eso a mí'".
Conversar sobre sus deseos con frecuencia le da la mejor oportunidad de recibir la atención que desea.
Y de no recibir el cuidado que no quiere.
Y eso puede ayudarles a usted y a sus seres queridos a evitar estrés y sufrimiento adicional.
[Hombre 2] "Mi hermano, mi hermana y yo discutíamos todo el tiempo acerca de lo que creíamos que era mejor para mi padre.
Era difícil distinguir entre lo que era mejor para nosotros y lo que era mejor para él.
Habría sido mucho más fácil si nos hubiéramos sentido seguros de que sabíamos lo que él quería".
Estas son algunas preguntas sobre el tratamiento para revisar regularmente a medida que su afección y sus preferencias cambian.
No hay respuestas correctas.
Y usted puede cambiar sus respuestas en cualquier momento.
¿Cuánto detalle quiere usted sobre su afección y tratamientos?
¿Cuánto le gustaría participar en las decisiones médicas?
¿Qué grado de participación en su atención quiere que tengan otras personas?
¿Y quiénes quiere usted que sean esas personas?
¿Qué resultados espera usted que tenga este tratamiento?
[Hombre 3] "Todavía me atormentan los pensamientos de cómo terminó todo.
Me hubiera gustado preguntarles a los médicos de mi madre: '¿Cómo va a ser su vida después de este tratamiento?' Esperamos demasiado tiempo para hablar sobre sus deseos porque estábamos tratando de ser optimistas".
Y aquí hay algunas preguntas en torno a sus valores sobre las que seguir conversando: ¿Qué es lo que más le preocupa?
¿Qué le da sentido a su vida en este momento?
¿Qué le da esperanza, consuelo o paz?
¿Dónde quiere estar al final de su vida, en su casa o en el hospital?
Estas son preguntas difíciles.
Así que podría ayudarle poner sus pensamientos por escrito y dárselos a sus seres queridos o equipo de atención...
o hasta puede hacer un video de sí mismo.
Mientras reflexiona sobre estas cosas, sea honesto consigo mismo.
No dé cosas por sentado.
Y haga preguntas.
Pregunte a otros lo que están pensando y cómo se sienten.
Y pregunte sobre cualquier cosa que parezca confusa sobre su atención o tratamiento.
Y finalmente, recuerde: Este es su camino.
Otros tal vez no coincidan con usted.
Pero si es honesto consigo mismo, les estará dando a todos un gran regalo...
el regalo de saber que cumplieron con sus deseos.
[Mujer 2] "Le pregunté a mi madre: 'Mamá, ¿qué es lo que más temes al final de tu vida?' Eso nos dio la oportunidad de hablar.
Al final sentí que hicimos todo lo que pudimos para cumplir con sus deseos.
A veces, las mejores conversaciones son las más difíciles".
