Usted está enfrentando una decisión: ¿Debería someterse a una angiografía coronaria para ayudar a guiar el tratamiento que recibe para la enfermedad de las arterias coronarias? ¿O puede usted evitar esta prueba... o, por lo menos, retrasarla?
En verdad es su decisión... y es importante tener en cuenta tanto los datos médicos como sus sentimientos personales.
En algunos casos, los datos médicos hacen que la opción esté bastante clara.
Una angiografía coronaria suele recomendarse si...
... usted se sometió a otra prueba cuyos resultados sugieren que tiene enfermedad cardíaca grave...
... sus síntomas de angina... como el dolor o la presión en el pecho... están cambiando...
o los medicamentos no alivian sus síntomas...
... o si tiene otro problema cardíaco que pudiera estar causado por la enfermedad de las arterias coronarias.
Si este es su caso, someterse a una angiografía coronaria es una buena idea.
Puede mostrar si tiene arterias estrechadas y cómo la sangre fluye por ellas. Esta información ayuda al médico a decidir si usted necesita un tratamiento como la angioplastia o la revascularización quirúrgica, o "bypass".
La opción puede no estar tan clara si usted no tiene uno de esos problemas.
Este video le ofrecerá información que puede ayudarle a comparar sus opciones...
de manera que pueda tomar la decisión adecuada para usted.
De acuerdo. Veamos cuáles son sus opciones.
Usted puede someterse a una angiografía si por lo demás tiene buena salud y sus síntomas son estables. Esto significa que no están cambiando y usted puede predecir cuándo comienzan y cuándo desaparecen.
La prueba le proporcionaría a su médico más detalles sobre sus arterias cardíacas, lo que puede parecer que es algo bueno...
Pero... someterse a una angiografía no le ayudará a estar más sano ni a vivir más tiempo...
y puede conducir a tratamientos que usted en realidad no quiere ni necesita.
Y... una angiografía es una prueba que se hace dentro del cuerpo, de modo que tiene algunos riesgos poco comunes pero graves, incluyendo ataque cardíaco y ataque cerebral.
La otra opción es no someterse a una angiografía.
Esta opción significa que usted puede evitar los riesgos de la prueba.
Es cierto que su enfermedad cardíaca podría empeorar con el tiempo, lo que significa que sus síntomas pueden cambiar.
Pero, si eso sucede, usted puede decidir someterse a una angiografía en ese momento...
cuando quizá les ayude a usted y a su médico a tomar decisiones sobre su tratamiento.
Entonces... ¿desea someterse a una angiografía ahora?
¿O prefiere seguir tratando su enfermedad cardíaca con medicamentos y hábitos saludables y esperar a ver si necesita hacerse esta prueba más adelante?
Cuando haya respondido a estas preguntas, el siguiente paso es informar a su médico sobre sus preferencias.
A veces puede ser difícil hablar con los médicos, especialmente si no está acostumbrado a hacerlo.
Pero sus pensamientos y sus sentimientos son importantes... y su médico quiere conocerlos...
de modo que trabajando juntos, puedan decidir qué opción es la mejor para usted.
