Usted está enfrentando una decisión: ¿Es hora de considerar la cirugía para la estenosis del conducto vertebral?
¿O quiere seguir usando medicamentos, ejercicio y fisioterapia para controlar los síntomas y mantenerse fuerte?
Realmente es su decisión...
Y es importante tener en cuenta tanto los datos médicos como sus sentimientos personales.
Le voy a dar información que puede ayudarle a comparar sus opciones...
de manera que pueda tomar la decisión adecuada para usted.
Entonces, veamos cuáles son sus opciones.
Usted podría querer operarse si ha probado otros tratamientos durante un tiempo y el dolor sigue siendo tan intenso que no puede hacer sus actividades habituales.
Es posible que la cirugía para la estenosis del conducto vertebral funcione mejor que los tratamientos no quirúrgicos para aliviar el dolor y ayudarle a moverse con más facilidad...
especialmente si tiene dolor en la pierna.
Podría no ser tan útil si solo tiene dolor de espalda.
Pero cualquier cirugía tiene riesgos, especialmente para las personas mayores.
Los posibles problemas incluyen sangrado, infección o problemas a causa de la anestesia.
También hay un pequeño riesgo de tener otros problemas, como daño nervioso.
Y hay una probabilidad de que la cirugía no alivie sus síntomas.
Incluso si lo hace, los síntomas podrían regresar al cabo de unos años...
por lo que tendría que volver a operarse.
La otra opción es seguir usando tratamientos no quirúrgicos, como analgésicos, ejercicio y fisioterapia.
Estos tratamientos podrían ser lo único que necesita si sus síntomas no son demasiado graves.
Pero tendrá que tener paciencia, porque puede tomar tiempo hasta que estos tratamientos alivien sus síntomas.
Y si sus síntomas son graves, no operarse significa que sus actividades habituales pueden verse limitadas...
y usted tendrá que vivir con el dolor y las molestias.
Entonces... ¿le molestan sus síntomas lo suficiente como para estar dispuesto a aceptar los riesgos de la cirugía?
¿O piensa que puede manejar sus síntomas sin cirugía?
Una vez que haya contestado estas preguntas, el siguiente paso es informar a su médico sobre sus preferencias.
Es cierto que a veces puede ser difícil hablar con los médicos, especialmente si no está acostumbrado a hacerlo.
Pero sus pensamientos y sentimientos son importantes...
y su médico quiere conocerlos...
para que, trabajando juntos, puedan decidir qué opción es la más adecuada para usted.