Si su hijo tiene asma persistente, usted ya sabe lo importante que es el uso de un medicamento de control diario.
El asma puede hacer que los conductos de las vías respiratorias se inflamen.
Esto hace que las vías respiratorias se estrechen y dificulta la respiración.
Tomar un corticosteroide inhalado todos los días ayuda a controlar esta inflamación y a prevenir los ataques de asma.
Pero a veces esto no es suficiente, porque el asma también hace que los músculos que rodean los conductos se contraigan.
En este caso, añadir un segundo medicamento de control, llamado broncodilatador de acción prolongada, puede ayudar.
El broncodilatador relaja los músculos.
Y eso ayuda a que los conductos permanezcan abiertos durante más tiempo, para que su hijo pueda respirar con más facilidad.
Si su médico le receta un broncodilatador de acción prolongada, el nuevo inhalador de su hijo contendrá una mezcla de ambos medicamentos.
Hable con su médico si su hijo tiene efectos secundarios. No son comunes.
Y para la mayoría de los niños, los beneficios superan con creces los efectos secundarios.
Los medicamentos de control son una parte importante del tratamiento del asma de su hijo.
Para prevenir los ataques de asma, es necesario que su hijo los tome todos los días, incluso cuando se siente bien.
