Los niños tienen resfriados.
Y como padre, usted quiere hacer todo lo posible para ayudarles a sentirse mejor.
Por eso, tal vez lo primero que se le ocurra es usar un medicamento de venta libre para la tos o el resfriado.
Pero, a veces, no tomar medicamentos es la mejor medicina.
Los medicamentos de venta libre para la tos y el resfriado no ayudan a que su hijo mejore más rápido y pueden ser peligrosos.
En ocasiones, un poco de tiempo y remedios caseros no medicamentosos pueden funcionar igual de bien y pueden ser más seguros que darle medicamentos a su hijo.
Algo sencillo como tomar sopa de pollo puede ayudar a calmar el dolor de garganta o respirar aire húmedo de una ducha caliente puede ayudar a despejar la nariz congestionada.
Ahora bien, si estos remedios caseros no funcionan y su hijo no se siente mejor, pregúntele a su médico o farmacéutico si hay medicamentos que pueda probar.
Los medicamentos pueden funcionar de manera diferente en los niños que en los adultos y pueden tener efectos secundarios diferentes.
Por lo tanto, debe tener cuidado al darle medicamentos a su hijo.
Recuerde que su médico o su farmacéutico pueden ser de gran ayuda.
Pueden ayudarle a saber qué medicamento es adecuado para su hijo, cuánto administrar y a qué problemas necesita estar atento.
