La vida es compleja y ardua, y el estrés es una reacción normal a todos esos retos. El estrés surge al enfrentar más de lo habitual. Afecta su mente y cuerpo y puede ser beneficioso sobre todo en situaciones de riesgo.
Un cuerpo con estrés le da una dosis de energía que lo ayuda a escapar del peligro o mantener a un amigo a salvo. Una mente con estrés puede hacerlo más atento y enfocado, reaccionando de formas útiles.
Así puede comprender como el estrés puede ser útil y ayudarlo a mantenerse seguro. Pero, a veces, los riesgos y amenazas son internos y surgen como inquietudes o ansiedades sobre el trabajo, el hogar, la familia u otras presiones, y su organismo no siempre conoce la diferencia. Reacciona liberando las mismas hormonas que aumentan su frecuencia cardíaca y respiración, preparándolo para actuar.
Esto es útil para evitar peligros, proteger a alguien o cumplir con una fecha límite, pero si se estresa con frecuencia o le dura mucho tiempo, los efectos pueden manifestarse en su cuerpo. Esos pequeños dolores, acné, dolor muscular, problemas estomacales e incluso problemas en la intimidad pueden ser señales de que su cuerpo está bajo estrés, y el estrés se manifiesta en su mente haciéndolo sentir abrumado, con problemas para dormir, cambios en el apetito o evitar o estar irritable con las personas que lo rodean. Cando está estresado y no en peligro inminente puede aprender y practicar habilidades que ayudarán a que su cuerpo y mente se relajen. Puede probar técnicas como respiraciones profundas, actividad física constante, meditación, rezos y práctica de yoga. Estas clases de ejercicios pueden ayudar a reducir la frecuencia cardíaca, relajar los músculos, disminuir la presión arterial y tener una mente más sosegada y despejada.
Quizás debe intentar distintos métodos para hallar lo adecuado para usted, y si piensa que requiere asistencia, consulte a un asesor. Tenga presente que entre más ejercite estas técnicas de calma, más sencillo será liberarse del estrés y así mejorar su bienestar mental y físico.