La artritis hace que las articulaciones se sientan rígidas y adoloridas, como si estuvieran trabadas o incluso como si ardieran.
Pero el uso de calor y frío puede ayudar a aliviar el dolor.
Para usar calor, coloque una almohadilla térmica o una compresa caliente contra la zona adolorida 2 o 3 veces al día durante 20 a 30 minutos por vez.
Una ducha caliente puede funcionar también.
Si usa una almohadilla térmica eléctrica, asegúrese de ajustarla a temperatura baja o media, no alta.
Y no se quede dormido con la almohadilla puesta.
Para usar frío, trate de ponerse una compresa fría, una bolsa de hielo o incluso una bolsa de arvejas o maíz congelados sobre la articulación adolorida por entre 10 y 20 minutos cada vez.
No importa lo que utilice, no lo coloque directamente sobre la piel; ponga una toalla fina o una funda de almohada entre el hielo y la articulación adolorida.
Y si vuelve a congelar y a utilizar de nuevo la bolsa de arvejas o maíz, marque claramente la bolsa para que nadie la use para la cena.
Otra buena manera de usar frío es darse un masaje de hielo.
Llene un vaso de papel con agua y póngalo en el congelador.
Una vez que esté completamente congelado, retire la parte superior del vaso de papel para exponer el hielo.
Sostenga el vaso en la mano y frote el hielo en pequeños círculos donde tenga dolor.
Use una toalla para limpiar el agua a medida que el hielo se derrite.
Evite las partes huesudas, como la parte superior de la rótula y la parte puntiaguda del codo, y mantenga el hielo en movimiento.
A medida que el hielo se derrita, siga pelando el vaso para exponer más hielo.
La zona se sentirá fría al principio.
A continuación, es posible que arda, después duela y finalmente se entumezca.
Su piel estará rosada y fría cuando haya terminado.
Haga esto por 7 a 10 minutos, varias veces al día.
Alternar entre calor y frío también puede ayudar.
Trate de usar calor, y unas horas más tarde use hielo.
Experimente un poco para ver si el calor... el frío... o ambas cosas... le funciona mejor a usted.
