Sus pulmones tienen una función muy importante: ayudar a tomar aire bueno y rico en oxígeno en cambio del dióxido de carbono que necesita eliminarse del organismo.
Esto pasa con cada aliento que da.
Ahora, es fácil pensar que los pulmones son solo dos bolsas grandes de aire que se inflan y se desinflan.
Pero en realidad son un sistema muy complejo de bronquios que se conectan con conductos más pequeños llamados bronquiolos... que finalmente se conectan con diminutos sacos de aire llamados alvéolos.
Estos pequeños sacos son donde el intercambio de dióxido de carbono por oxígeno tiene lugar.
Pero si usted tiene enfermedad pulmonar obstructiva crónica, o EPOC, sus pulmones no pueden funcionar tan bien como solían hacerlo y es más difícil respirar.
La EPOC, generalmente causada por fumar, es una combinación de bronquitis crónica y enfisema. Esto es lo que le hace a los pulmones...
La bronquitis crónica hace que los bronquios en los pulmones se inflamen y estrechen, lo cual dificulta la circulación del aire por los bronquios.
El enfisema causa en efecto varios problemas en los pulmones.
Daña las fibras elásticas que ayudan a empujar el aire fuera de los pulmones cuando exhala.
Daña los sacos diminutos de aire donde ocurre el intercambio de dióxido de carbono por oxígeno.
Y hace que los bronquiolos más pequeños colapsen cuando usted exhala, atrapando el dióxido de carbono en los sacos.
Todos estos cambios causados por la EPOC causan exceso de mucosidad y más tos y hacen que sea más difícil respirar.
