Hablar claro sobre lo que quieres y necesitas, se conoce como abogar por ti mismo. Y puedes abogar por tu salud para obtener la atención médica que necesitas y te mereces. Aquí te explicamos como puedes hacerlo. Uno. Prepárate para tu visita.
Cuando sea posible, empieza por encontrar un doctor con el que te sientas a gusto. Después, haz una lista de tus cirugías, condiciones de salud, y alergias que tengas. También incluye cualquier medicina, vitaminas y suplementos que tomes. Si te han diagnosticado algo recientemente, puede ser útil aprender todo lo que puedas sobre tu condición antes de tu cita. Y no te olvides de anotar cualquier pregunta que tengas.
Recuerda que quizá tu doctor te pida que hagas otra cita para aclarar tus dudas más a fondo. Pero si tienes dudas que no pueden esperar hasta tu siguiente cita, está bien si le hablas al doctor para preguntárselas antes. Dos. Se honesto y directo. Explica claramente el motivo de tu visita. Comparte experiencias pasadas sobre lo que tienes y como afecta tu vida ahora. Tres. Pide lo que necesitas. Y habla claramente si no entiendes algo. Por ejemplo, puedes pedirle al doctor que repita algo de diferente manera para poderlo entender mejor. También puedes preguntarle a tu doctor como podrías aprender más sobre tu condición, un examen o una intervención próxima. Puedes pedirle a tu médico también que te ayude de otras maneras. Por ejemplo, puedes pedirle una silla de ruedas o ayuda para subirte a la camilla. O informarle al doctor que no lo escuchas muy bien. Puedes pedirle que te dé información impresa con letra más grande o en otro idioma. Y puedes solicitar a un intérprete que hable tu idioma para que te sientas más cómodo. Cuatro.
Debes conocer tus derechos como paciente. Esto incluye el derecho del «consentimiento informado.» Significa que tu doctor debe darte suficiente información para que puedas tomar decisiones sobre tu tratamiento. Incluyendo riesgos y beneficios y todas las opciones que tengas. Esta información te ayuda a elegir la mejor opción de atención médica posible. También puedes decirle a tu doctor si no te sientes seguro con su plan de tratamiento o recomendaciones.
Tus sentimientos y valores son importantes y forman parte de cualquier decisión que tomes. Recuerda que si no te sientes a gusto puedes cambiar de médico. Cinco. Considera que te acompañe un amigo o familiar a tu cita. Ellos pueden ayudarte tomando notas, haciendo preguntas para aclarar la información y ayudarte a recordar lo que te diga tu doctor. Recuerda que tú conoces tu cuerpo mejor que nadie. Y tienes el derecho de hablar claro sobre lo que quieres y necesitas cuando se trata de tu salud.