La hipoglucemia o niveles bajos de azúcar en sangre puede afectar a quienes tienen diabetes y usan insulina o ciertos fármacos contra la diabetes.
Ocurre por varias causas, como omitir comidas, ejercitarse más de lo normal o excederse con la insulina.
Generalmente, comer o tomar algo que contenga azúcar basta para subir la glucosa, pero si disminuye demasiado, es preciso glucagón.
El glucagón es un fármaco bajo receta que sube el azúcar rápidamente.
Se usa en emergencias hipoglucémicas si la persona está inconsciente o no puede comer o tomar algo con azúcar.
Su médico lo recetará si hay riesgo de hipoglucemia.
Viene en distintas presentaciones y se puede aplicar mediante inyección con una jeringa o un autoinductor.
También está disponible como spray nasal.
El glucagón incluye instrucciones claras de uso.
Mantenga estas indicaciones junto al fármaco para que sean fáciles de encontrar de ser necesario.
Es vital seguir las pautas de almacenaje del glucagón.
Guárdelo en su caja original y evite lugares donde pueda congelarse o sobrecalentarse, como dentro del auto.
No olvide verificar la fecha de vencimiento en el empaque.
El glucagón podría fallar si está vencido.
Por eso, reemplácelo antes de esa fecha.
Recuerde que si su glucosa sanguínea disminuye demasiado, quizás necesite que alguien más se lo aplique.
Por tanto, informe a sus seres cercanos sobre glucagón.
Hábleles sobre cómo y cuándo usarlo y muéstrales dónde lo almacena, para que lo localicen rápido en una emergencia.
Y si debe usar el glucagón, es importante que converse luego con su médico.
Su médico puede ayudarlo a identificar la causa de su hipoglucemia y de ser necesario, pueden trabajar juntos para modificar su tratamiento de la diabetes para prevenir futuras disminuciones de glucosa.
Los niveles de glucosa no son predecibles.
Por eso, es importante que tenga a la mano glucagón.
Estar preparado puede ofrecer calma a usted y a las personas que lo quieren.