Todos tienen diferentes experiencias de la infancia.
Algunos niños tienen muchos momentos felices.
Para otros, es una mezcla de cosas buenas y no tan buenas.
Pero a veces, los niños experimentan traumas u otros eventos estresantes.
Cuando esto sucede, a veces se les llama experiencias adversas en la infancia.
Estos problemas pueden abarcar varias situaciones, pero suelen tener un impacto enorme y duradero en la seguridad o estabilidad del niño.
Lamentablemente, tales vivencias también pueden dañar su salud.
Este video no es acerca de cómo actuar en una emergencia o en una crisis, sino que es para aquellos niños que vivieron un trauma.
Si su hijo se encuentra en una crisis ahora o si está en riesgo, Por ejemplo, si está en presencia de un pariente peligroso, busque ayuda de inmediato.
Consulte con su médico o terapeuta o diríjase al centro de urgencias más cercano.
Puede comunicarse con la línea de asistencia para la prevención del suicidio marcando 988.
En Canadá, puede comunicarse con suicidio Canadá al 1-833-456-4566.
Los niños que han enfrentado adversidades no están dañados y no tienen que cargar indefinidamente con los problemas actuales o futuros.
Esto solo significa que podrían requerir apoyo adicional para manejar las secuelas de esos eventos estresantes.
Hay cosas que puede hacer para ayudar a su hijo y brindarle el apoyo que necesita.
Aquí hay cinco cosas que puede hacer para ayudar a su hijo a superar sus experiencias adversas.
Uno. Busque un terapeuta.
Si es posible, elija uno que haya trabajado con niños que vivieron experiencias difíciles.
Dos. Ayude a su hijo a aprender a establecer límites.
Por ejemplo, si su hijo fue abusado sexualmente, puede sentirse incómodo cuando la gente lo abraza o puede sentirse incómodo al abrazar a otros.
Dígale que está bien decirles a las personas que no quiere un abrazo.
Tres. Ofrézcale a su hijo cariño y aliento.
Felicítelo cuando se enfrente a desafíos difíciles y motívelo a perseverar y a no rendirse cuando algo no salga como esperaba.
Cuatro.
Establezca rutinas para hacer que cada día sea más tranquilo y predecible.
Por ejemplo, elija algunas noches a la semana en las que puedan cenar juntos y en familia.
Cinco.
También puede contribuir a una vida diaria más tranquila aprendiendo a manejar sus respuestas al estrés.
Pruebe contar hasta 10 antes de hablar o tal vez, salga a caminar un rato si necesita tranquilizarse.
Incluso si toma todas estas medidas, podría requerir ayuda y soporte adicionales.
Tal vez su comunidad ofrezca cursos de crianza.
Y sería beneficioso hallar a otro adulto que sea un ejemplo positivo para su hijo.
Asegúrese de que sea alguien de su confianza.
Recuerde: nunca es tarde para realizar cambios que ayuden a que su hijo supere el efecto de experiencias dolorosas.
Cuanto más pronto actúe, más rápido podrá empezar la recuperación de su hijo.