Para diagnosticar el asma, un médico puede hacerle pruebas de respiración a su hijo, llamadas pruebas funcionales respiratorias, y preguntarle sobre los síntomas de su hijo.
Estas pruebas muestran lo bien que funcionan los pulmones de su hijo.
Pueden mostrar la gravedad del asma o detectar problemas cuando se está tratando el asma.
Podrían hacerle un par de pruebas respiratorias diferentes a su hijo.
El flujo espiratorio máximo, o flujo máximo, muestra la cantidad de aire que su hijo puede espirar cuando exhala tan fuerte como puede.
Su hijo sopla en un dispositivo llamado medidor de flujo máximo.
Esta prueba puede hacerse en el consultorio médico o en casa.
Se puede hacer varias veces a lo largo de una o dos semanas.
El flujo máximo a menudo se usa si su hijo tiene síntomas que aparecen y desaparecen, pero los resultados de otras pruebas respiratorias han sido normales.
La espirometría muestra lo bien que su hijo puede inhalar y exhalar el aire de los pulmones.
Su hijo respira en un dispositivo llamado espirómetro.
Esta prueba puede repetirse después de que su hijo inhale medicamentos que abren las vías respiratorias de los pulmones.
Si los resultados de estas primeras pruebas son normales, su hijo podría repetir la prueba de nuevo después de tomar medicamentos que constriñen, o estrechan, las vías respiratorias o después de hacer ejercicio, respirar aire frío o inhalar un alérgeno o irritante que podría estar causándole síntomas.
Estas llamadas "pruebas de provocación"
solo se hacen si el médico necesita más información para diagnosticar el asma.
Pueden causar síntomas, como problemas para respirar.
La mayoría de las veces, las pruebas respiratorias solo se usan para niños de alrededor de 5 años y mayores.
Por lo tanto, si su hijo es más pequeño que eso, el médico puede diagnosticarle el asma basándose solo en los síntomas.
Junto con las pruebas respiratorias, el médico puede hacer otros tipos de pruebas, como una radiografía de tórax, para descartar otros problemas de salud.
Si van a hacerle pruebas de asma a su hijo, podría ser útil informarle sobre qué esperar.
Recuérdele a su hijo que las pruebas no duelen y que terminarán rápidamente.
Y asegúrese de hablar con el médico de su hijo si tiene alguna duda sobre las pruebas.