Una sonda de alimentación se utiliza para administrar alimentos, líquidos o medicamentos cuando un problema de salud hace que su hijo tenga dificultad para comer y nutrirse.
Puede ayudar a que su hijo se recupere y recobre la fuerza.
Un médico le colocará a su hijo la sonda en el estómago.
La sonda estará sujeta de modo que no pueda salirse.
Dependiendo del motivo por el cual su hijo necesite la sonda, es posible que la tenga por varias semanas o meses o, a veces, más tiempo.
Hay tres maneras en las que una sonda de alimentación puede usarse para hacer llegar fórmula al estómago.
Con una bolsa de alimentación por gravedad, se cuelga una bolsa de un gancho o una barra y la fórmula fluye por la sonda al estómago.
O la fórmula puede inyectarse directamente en la sonda usando una jeringa.
También se puede usar una bolsa y una bomba.
La bomba empuja la fórmula a través de la sonda al estómago.
Su equipo de atención puede enseñarle exactamente la manera de utilizar el método de alimentación que desee.
Asegúrese de que su hijo esté incorporado cuando introduzca alimentos, líquidos o medicamentos por la sonda, o mantenga elevados la cabeza y el torso en la cama.
El médico le dirá durante cuánto tiempo su hijo tiene que estar incorporado después de terminar de alimentarse.
Acostumbrarse a tener una sonda de alimentación puede tomar tiempo.
Pero su hijo aún puede hacer actividad y la mayor parte de las cosas que disfruta.
Ahora bien, hay algunas cosas que puede hacer para prevenir las infecciones y evitar tener problemas con la sonda de alimentación de su hijo.
Antes de tocar la sonda, lávese las manos con agua y jabón.
Séqueselas bien con un paño limpio.
Limpie el extremo de la sonda con una toallita antiséptica después de cada uso.
Y mantenga la piel donde la sonda entra en el abdomen limpia y seca.
Lave la sonda con agua tibia antes y después de las comidas o después de administrar medicamentos por medio de la sonda.
Use la jeringa que le dieron.
Cuando no la esté usando, cierre la sonda con una pinza cerca del cuerpo de su hijo.
Es probable que no tenga ningún problema.
Pero llame a su equipo de atención de inmediato...
si observa señales de infección alrededor del sitio donde la sonda accede al cuerpo de su hijo.
Entre las señales se incluyen...
aumento del dolor, la hinchazón, la temperatura o el enrojecimiento en la zona...
o fiebre.
Y llame si la sonda se sale, si tiene una fuga, o si está obstruida y limpiar la sonda no ayuda.
No intente limpiar una sonda obstruida con un alambre ni ningún otro objeto.
Cuidar una sonda de alimentación puede parecer difícil al principio.
Pero con el tiempo y la práctica, les resultará más fácil a usted y a su hijo.
