Puede ser un alivio cuando usted... o alguien que usted cuida...
está de vuelta en casa después de una estancia en el hospital.
Pero mientras usted está sanando y recuperándose en el hogar, todavía corre riesgo de contraer infecciones.
Por lo tanto, es importante que evite las infecciones para que no tenga que volver al hospital.
Esto es porque una infección puede rápidamente convertirse en septicemia...
una reacción intensa y mortal.
Las infecciones que pueden terminar en septicemia incluyen infecciones de la piel, por ejemplo, por un corte, una infección pulmonar como neumonía, una infección renal o una infección intestinal como E. coli.
Pero puede hacer cosas en casa para evitar infecciones y prevenir que se produzca una septicemia.
Lo mejor que puede hacer es lavarse las manos.
Hágalo a menudo.
Asegúrese de mantener cualquier herida o rasguño limpios.
No se toque la piel lastimada, como un corte o una llaga.
Y asegúrese de que usted y todos en su casa estén al día con las vacunas, incluidas las vacunas contra la gripe y los neumococos.
La septicemia se presenta rápidamente.
Si cree que la tiene, obtenga atención hospitalaria de inmediato.
Eso significa que es importante que conozca las señales.
Vaya al hospital de inmediato si usted o la persona a la que está cuidando tiene problemas para respirar...
tiene un latido cardíaco acelerado...
tiene la piel fría y pegajosa...
o tiene fiebre o escalofríos.
Otros síntomas pueden incluir tener dolor intenso...
o sentirse mareado, aturdido o a punto de desmayarse.
La septicemia es grave y mortal.
Pero saber cómo prevenirla y a qué prestar atención puede ayudarle a mantenerse a salvo.
