Puede ser difícil pensar que algún día una máquina puede tener que hacer el trabajo que los riñones ya no pueden hacer.
Pero es normal.
Muchas personas se sienten así antes de comenzar la diálisis.
Antes de poder comenzar a hacerse la diálisis, usted necesitará un acceso para la diálisis.
Allí es donde hacer planes puede ser útil.
Cuando usted tiene un plan, usted puede estar más en control.
Una de las primeras cosas para considerar es cuándo hacerse el acceso.
Un acceso vascular es el lugar en el brazo por donde fluyen la sangre y los líquidos adentro y afuera del cuerpo durante la diálisis.
Hay dos clases de acceso: un injerto o una fístula.
El injerto usa un tubo para conectar una arteria y una vena.
Un injerto puede parecer lo más simple de hacer y lo más rápido para usar.
Pero una fístula es más resistente que un injerto y tiene menos riesgo de infección.
Un médico crea una fístula conectando la arteria directamente a una vena.
El procedimiento para crear una fístula debe hacerse varios meses antes de comenzar a hacerse diálisis.
Eso es porque necesita tiempo para sanar y que esté lo suficientemente fuerte para ser su vía de acceso.
El momento de inicio de la diálisis dependerá de la salud de los riñones.
Pero hacerse una fístula es una elección que puede hacer ahora y que prepara a su cuerpo para la diálisis con anticipación.
Recuerde, usted siempre puede hacer preguntas a su equipo de atención y permitir que le ayuden a hacer un plan que le dé el control de su salud.
