Tener conciencia plena es prestar atención y aceptar los pensamientos y las experiencias que está teniendo ahora...
en el momento presente.
Pero si usted es como la mayoría de las personas, decirlo es más fácil que hacerlo.
Todo tipo de cosas pueden impedirnos practicar la conciencia plena.
Eso está bien.
Simplemente respire y empiece de nuevo.
Escuche a Sara mientras practica la conciencia plena y maneja los desafíos que surgen durante la práctica.
"Me estoy concentrando en mi respiración...
inhalando...
exhalando...
Espera...
¿A qué hora tengo que recoger hoy a Marta?
¿Me acordé de llevar sus zapatillas de ballet?
Creo que sí... pero...
Ok... ok...
Me acordaré de pensar en Marta cuando haya terminado.
Pero, por el momento, voy a olvidarme de mis preocupaciones y voy a respirar.
Inhala...
exhala...
Inhala...
exhala...".
"No puedo dejar de pensar en esa pelea que tuve con mi hermana.
Me disgusta tanto...
Solo quiero dejar de sentirme mal, quitármela de la cabeza y olvidarme de ello.
No... no... espera...
Piensa en ello... deja que esté allí un momento...
Estoy bien.
Respira.
Inhala...
exhala...
Inhala...
exhala...".
"No tengo tiempo para esto...
Tengo cosas que hacer...
Espera, está bien...
Concéntrate en el presente...
esas cosas pueden esperar...
tómate un momento...
cálmate...
date otro minuto...
Inhala...
exhala...
Inhala...
exhala...
Ahh, ahora me siento mejor...
Estoy concentrada...
Estoy lista".
Está bien si los pensamientos van y vienen...
Simplemente acéptelos y vuelva a concentrarse en la respiración.
Como puede ver, puede ser difícil encontrar un poco de tiempo para practicar la conciencia plena.
Pero hacerlo...
aunque solo sea por un momento...
puede ayudarle a reagruparse y a concentrarse en el presente.
Así que tómese un momento para pensar en lo que le impide vivir con conciencia plena.
Recuerde que se necesita práctica para permanecer en el momento presente.
Así que siga intentándolo...
y siga practicando, incluso cuando sus pensamientos se interponen en el camino.
