Si tiene un problema de rodilla, su médico podría sugerirle un procedimiento llamado artroscopia de rodilla.
Es una manera de detectar y, si fuera necesario, reparar problemas dentro de la rodilla sin tener que hacer un gran corte.
Se llama artroscopia porque el médico utiliza un artroscopio, que es un instrumento delgado con una cámara incorporada.
Para hacer este procedimiento, el médico hace unas pequeñas incisiones, o cortes, alrededor de la rótula e introduce el artroscopio en una de las incisiones.
La cámara del artroscopio envía imágenes a una pantalla.
Esto le permite al médico mirar dentro de la articulación para ver qué está causando el problema.
Digamos que usted tiene un problema que puede arreglarse con cirugía, como, por ejemplo, un desgarro de menisco.
El médico le introducirá pequeños instrumentos en las incisiones para reparar o extraer el tejido dañado.
Luego, las incisiones se cierran con puntos de sutura o cinta y se cubren con un vendaje.
El procedimiento suele durar aproximadamente una hora de principio a fin.
Le moverán mucho la pierna durante la artroscopia, así que después de ella tendrá molestias en el muslo y la pantorrilla, así como en la rodilla.
Le darán medicamentos para ayudar a aliviar el dolor.
Es probable que pueda volver a casa después de pasar un par de horas en la sala de recuperación.
Según lo que le hayan hecho en la rodilla, es posible que tenga que usar muletas o un aparato ortopédico.
Pueden darle ejercicios para hacer en casa.
Hacerlos según las indicaciones...
y retomar la actividad poco a poco...
le ayudará a recuperarse de la cirugía y volver a la normalidad.
