Las lesiones del LCA son comunes en personas que practican deportes que implican una gran cantidad de saltos, movimientos de un lado a otro, o paradas y comienzos repentinos.
Pero a medida que envejecemos, incluso movimientos sencillos...
como bajar de la acera... pueden causar una rotura del LCA.
El ligamento cruzado anterior... o LCA... es un pedazo de fibra fuerte que conecta el fémur a la tibia.
Su función es ayudar a mantener la rodilla estable.
Si sufre una rotura del LCA, puede notar que la rodilla está inestable o que cede...
y es posible que necesite cirugía para repararlo.
La cirugía del LCA por lo general puede hacerse a través de unos pequeños cortes, o incisiones, alrededor de la rodilla.
El médico introduce un instrumento delgado llamado artroscopio en una de las incisiones.
El artroscopio tiene una cámara que envía imágenes a una pantalla.
Esto permite al médico ver dentro de la rodilla sin hacer una incisión grande.
Un LCA desgarrado no puede coserse para repararlo.
Tiene que ser reemplazado con otro pedazo de tejido llamado injerto.
El injerto puede provenir de su propio cuerpo o de otra fuente.
Para colocar el injerto, el médico utiliza un pequeño taladro para hacer agujeros en los huesos de la pierna donde se juntan en la rodilla.
El injerto se introduce a través de estos orificios y se fija en su lugar.
Las incisiones se cierran con puntos de sutura o cinta adhesiva y se cubren con una venda.
La cirugía suele durar alrededor de una hora.
Se moverá mucho la pierna durante la cirugía...
así que el muslo y la pantorrilla... así como la rodilla... le dolerán después.
Le darán medicamentos para ayudar a aliviar el dolor.
Es probable que pueda volver a casa después de un par de horas en la sala de recuperación.
Tendrá que usar muletas durante una semana o dos...
pero es posible que pueda cargar peso en la pierna si usa un dispositivo ortopédico.
La rehabilitación comenzará en la sala de recuperación... justo después de la cirugía.
Es un trabajo duro... y puede llevar varios meses...
pero es la clave para ayudar a que la rodilla vuelva a estar fuerte, flexible y estable.