Cuando un niño tiene asma, puede sentir todo tipo de emociones...
desde miedo o enojo hasta tristeza, o incluso depresión.
Y es normal que un niño tenga emociones negativas a veces.
Pero si esas emociones se interponen en el tratamiento para el asma de su hijo, usted tiene que hacer algo.
Bien... si su hijo tiene una rabieta para evitar tomar sus medicamentos o si se niega a llevar el inhalador a la escuela, su primera reacción podría ser enojarse y castigar a su hijo.
Pero eso no es tan útil como averiguar qué emociones están detrás del comportamiento, y luego encontrar maneras de reemplazar ese comportamiento con una acción positiva.
Por ejemplo, es posible que la rabieta se deba a que su hijo pequeño le tiene miedo al nebulizador, o a que sencillamente está frustrado por tener que usarlo una y otra vez.
Así que pruebe a dejar que su hijo juegue a los médicos con usted como paciente.
Deje que su hijo le ponga a usted la mascarilla y que le explique por qué es importante y que no hay nada que temer.
O es posible que su hijo de más edad deje el inhalador en casa porque se avergüenza de él... porque hace que se sienta diferente.
Así que ayude a su hijo a entender que tomar su medicamento en realidad le da más control sobre su vida y sus actividades.
Explique que nadie es perfecto, y que el asma es solo una pequeña parte de su vida.
Recuerde que cada niño es diferente...
y estos son solo algunos ejemplos de las emociones y los comportamientos que los niños con asma pueden tener.
Tendrá que prestar mucha atención a su hijo para encontrar maneras de ayudar a que tenga emociones más positivas.
Los niños que tienen mucha dificultad para sobrellevar sus emociones podrían beneficiarse de consultar a un consejero.
Su principal objetivo es asegurarse de que su hijo reciba el tratamiento para el asma que necesita.
Así que recuerde un momento en que su hijo tuvo una reacción negativa a su tratamiento y piense en un par de maneras en las que usted puede reaccionar si algo así vuelve a ocurrir.
Eliminar las barreras emocionales que se interponen en el tratamiento ayudará a que su hijo esté más sano y más feliz.
