[PRESENTADORA] Cuando está tratando de decidir si operarse la espalda, puede ser útil escuchar lo que otras personas pensaron mientras trataban de tomar su decisión.
[MUJER - VOZ 1] No puedo ni imaginar operarme a menos que no tenga otro remedio.
Y es que no me gustan los riesgos.
Además, me estoy cuidando mejor la espalda y estoy haciendo mis ejercicios.
El dolor se está aliviando poco a poco.
Soy una mujer paciente.
Puedo esperar.
[HOMBRE - VOZ 2] Yo lo único que quiero es sentirme mejor.
Ya mismo.
Llevo 6 semanas con dolor y no me importa lo que tenga que hacer.
Entiendo que el dolor podría desaparecer con el tiempo sin cirugía.
Pero me siento fatal.
No tengo ninguna duda de que quiero operarme.
[MUJER - VOZ 3] Tengo una sensación en la pierna como si estuviera ardiendo.
La doctora dice que la cirugía probablemente me quite el dolor, pero lo mismo pasaría si esperara.
Ella quiere que trate de hacer ejercicios primero.
Voy a probarlos durante algunas semanas más...
pero eso es todo.
Si no veo mucha mejoría, volveré para hablar sobre la cirugía.
[HOMBRE - VOZ 4] Estaba seguro de que iba a tener que operarme porque la espalda me dolía tanto que no podía trabajar.
Pero luego mi jefe me encontró un trabajo en un departamento diferente, donde no tengo que levantar peso y además puedo moverme cuando lo necesito.
Ahora siento que puedo tomarme tiempo para ver si puedo librarme del dolor de espalda sin cirugía.
[PRESENTADORA] Al igual que las personas que acaba de escuchar, usted tiene sus propios sentimientos sobre las ventajas y las desventajas de la cirugía.
Es importante que comparta esos sentimientos con su médico para que puedan hablar sobre ellos...
combinarlos con los datos médicos...
y elegir el mejor tratamiento para usted.
