Un cabestrillo protege el brazo después de una lesión y podría ayudar a que sienta mejor mientras sana.
Ponerse un cabestrillo es fácil.
Pero si tiene dificultad para hacerlo por sí solo, pídale ayuda a alguien.
Sostenga el brazo frente al cuerpo de modo que esté más o menos a la altura de la cintura.
A continuación, deslice el cabestrillo suavemente sobre el brazo con este apoyado contra el cuerpo.
Asegúrese de que el cabestrillo sea lo suficientemente largo para que proporcione apoyo al brazo desde el codo hasta la mano.
Ajuste las correas del cabestrillo para que esté lo suficientemente ajustado para darle apoyo al brazo y lo sienta cómodo alrededor del cuello y el hombro.
Si el cabestrillo está demasiado apretado, aflójelo un poco.
Pregúntele a su médico si puede quitarse el cabestrillo de vez en cuando siempre que esté sentado sin moverse y el brazo descanse apoyado sobre una almohada.
Ahora bien, en caso de urgencia, usted puede hacer su propio cabestrillo para darle apoyo al brazo hasta que pueda obtener ayuda.
Puede utilizar una sábana pequeña o la venda triangular que viene en muchos botiquines de primeros auxilios.
Simplemente envuelva el paño o la venda alrededor del cuello y ate los extremos cerca del hombro.
