Si tiene un yeso o una férula, es necesario cuidarlo bien para ayudar a que su lesión sane correctamente.
La mayoría de los yesos y las férulas están hechos de fibra de vidrio.
Si su médico le colocó uno de esos, se secará rápidamente.
Si el dispositivo está hecho de yeso convencional, puede tardar varios días en secarse completamente, así que no cargue nada de peso sobre él durante las primeras 48 horas.
Tenga cuidado de mantener seco el yeso o la férula.
Si se moja, podría irritarle la piel o causar una infección.
Así que cúbralo con al menos dos capas de plástico cuando se bañe o se duche.
Las bolsas de basura funcionan muy bien. Simplemente péguelas con cinta adhesiva en la parte superior.
Y trate de mantener el yeso fuera de la bañera o la ducha.
Si desea usar una compresa de hielo, colóquela en una bolsa de plástico con cierre para ayudar a mantener seco el yeso.
Póngase una toalla delgada encima del yeso o la férula, y luego aplíquese la compresa de hielo.
Si el dispositivo se moja un poco, puede secarlo con un secador de pelo a baja temperatura.
Si el borde del yeso le roza la piel y le molesta, no haga nada con el yeso en sí.
En su lugar, acolche el borde con cinta o un paño suave.
No use polvo, loción ni aceite en la piel que está cubierta por el yeso o la férula.
Y no deje que le entre suciedad ni arena.
No se meta nada dentro del yeso.
Si le pica la piel, puede usar un secador o un ventilador para soplar aire fresco dentro del yeso.
Mientras la lesión esté sanando, es deseable que la observe cuidadosamente.
Su médico le dirá a qué debe prestar atención.
Asegúrese de llamar a su médico si el dispositivo se moja demasiado o si le irrita la piel.
Y llame de inmediato si el yeso o la férula se siente muy apretado, el dolor empeora, o la mano o el pie está frío o pálido o cambia de color.
