Tener un exceso de mucosidad en los pulmones dificulta la respiración, pero estas son tres cosas que puede hacer para ayudar a expectorar la mucosidad.
Pruebe la tos controlada después de usar el inhalador u otro medicamento.
Siéntese en el borde de una silla con ambos pies apoyados en el piso.
Inclínese un poco hacia adelante y relájese.
Ahora, inhale por la nariz, lentamente, y cruce los brazos sobre el abdomen.
Mientras exhala, inclínese hacia adelante, presione los brazos contra el abdomen y tosa 2 o 3 veces.
Presione el abdomen con los brazos mientras tose.
Inspire lenta y suavemente por la nariz y repita la tos si lo necesita.
También puede probar el drenaje postural, en el que se acuesta en diferentes posiciones durante al menos 5 minutos para ayudar a drenar la mucosidad de los pulmones.
Comience acostado boca arriba con dos o tres almohadas debajo de las caderas.
Utilice una almohada pequeña para la cabeza si la necesita.
Mantenga los brazos a los costados e inhale mientras empuja el abdomen hacia afuera y exhale mientras mete el abdomen hacia adentro.
Esto se conoce como respiración abdominal.
A continuación, colóquese boca abajo, manteniendo las almohadas debajo de las caderas.
Levante los brazos por encima de la cabeza e inhale y exhale, usando la respiración abdominal.
Ahora, acuéstese de lado con las almohadas debajo de la cadera.
Ponga los brazos donde los sienta cómodos.
Y asegúrese de que el pecho se encuentre más bajo que las caderas.
Use la respiración abdominal y cambie de lado al cabo de 5 o 10 minutos.
Otra manera de limpiar los pulmones se llama percusión torácica.
Puede hacerlo usted mismo o hacer que alguien lo haga por usted.
Ahueque la mano y golpee suavemente el pecho y la espalda, evitando la columna vertebral y el esternón.
Puede ser útil hacer esto junto con el drenaje postural.
Utilice estos consejos para ayudar a limpiar los pulmones y hacer que respirar sea más fácil.