Una hemorragia nasal puede ser molesta... o incluso un poco atemorizante.
Pero no se preocupe. Es bastante fácil detener la mayoría de las hemorragias nasales.
Siéntese erguido con la cabeza inclinada un poco hacia adelante.
Si tiene sangre en la boca, escúpala.
Si tiene un aerosol nasal descongestionante, échese un chorrito en la fosa nasal...
a continuación, apriete con fuerza la parte central de la nariz.
Siga apretándose la nariz durante un total de 10 minutos según el reloj.
Le parecerá mucho tiempo... ¡pero no haga trampa! Mantenga la presión.
Puede ponerse una compresa de hielo o un paño frío sobre la nariz mientras la aprieta...
Esto puede ayudar a detener el sangrado.
Después de 10 minutos, compruebe si se ha detenido la hemorragia nasal.
Si no se ha detenido, apriétese la nariz durante otros 10 minutos.
Entre 10 y 20 minutos de presión directa funcionará para la mayoría de las hemorragias nasales.
Una vez que se haya detenido el sangrado, tenga cuidado con la nariz.
Puede ponerse una capa fina de un gel nasal a base de solución salina o agua...
pero no se suene ni se ponga nada más en la nariz durante al menos 12 horas.
Y no se esfuerce durante unas pocas horas.
Bien, hay ocasiones en las que debe llamar a un médico...
como si aún le sangra la nariz después de 20 minutos de presión...
si tiene más de cuatro hemorragias nasales en una semana...
si está tomando un anticoagulante y si tiene más de una hemorragia nasal en 24 horas...
o si la presión no reduce o detiene la hemorragia nasal y le baja mucha sangre por la garganta.