Cuando tiene diabetes, los nervios y los vasos sanguíneos de los pies pueden dañarse.

Podría sentir los pies entumecidos, y las lesiones podrían tardar más en sanar.

Es importante que se revise los pies todos los días.

Aquí le mostramos cómo hacerlo.

Tal vez desee revisarlo todo de cerca con una buena iluminación.

Un espejo de mano puede ser útil.

Revísese cada parte: las partes superiores, las plantas, los talones y entre los dedos de los pies.

Algunos problemas necesitan atención médica de inmediato.

En otros casos, está bien si programa una cita con su médico lo más pronto posible.

Y algunos problemas puede tratarlos usted mismo.

Tiene que fijarse en lo siguiente.

Fíjese primero en los problemas más graves.

Si tiene señales de infección, como enrojecimiento, secreción, aumento de la temperatura o una llaga grande, no intente tratarse usted mismo.

Llame hoy a su médico.

Si siente hormigueo o entumecimiento en los pies, puede haber sido causado por daño a los nervios.

Programe una cita con su médico cuanto antes.

Si tiene callos o durezas, no los corte, lime ni haga nada que pudiera lastimarle la piel.

Simplemente déjelos así hasta la próxima vez que vea a su médico.

Finalmente, fíjese si tiene ampollas o la piel resquebrajada.

Nunca reviente una ampolla, y trate cualquier pequeño corte o rasguño con cuidado.

Lávelo cuidadosamente con jabón suave y cúbralo con una venda.

Mientras no se infecte, puede decirle sobre esto a su médico en la próxima cita.

Revisarse los pies todos los días es un paso importante para mantener los pies saludables y vivir mejor con diabetes.